CONTRATADA PARA SER ELLA
guien más, pero, cuando pisó de nuevo su realidad, tras salir de lo que parecía un sueño
ido ahí y, al no encontrarla, decidió acabar con sus cosas, con todas sus cosas, al punto de que no c
agredida físicamente, porque era tarde para protegerse emocionalmente, él ya la
mostraba le gustó demasiado a ella, sobre todo porque se sentía halagaba cu
ntico, y se enamoró como tonta de él, pero, cuando él la comenzó a arrastrar de la auto
oledo, la indefensa joven en que se convirtió luego de vivir dos años bajo su yugo emociona
stó la comida que ella preparó, le aventó el plato en los pies, asust
que, sino se movía, él la lastimaría mucho, tal vez la mataría, y ganó el valor de salir corrien
e él, porque el sujeto la buscó por todos lados, molestando a sus tres amigas y haciéndole entender que
que era abogado y trabajaba en una notaría pública, la acompañó al ministerio púbico y levantó u
tró con dos policías resguardando la casa, mismos que le avisaron de la orden de alejamiento y
elación extramatrimonial, y le había dado la casa a su abuela como algún tipo de soborno para que se alejara de él, aparte de eso, ese hombre le daba t
ue su madre y su padre murieran en un accidente cuando ella tenía diecinueve y comenzaba l
sma, porque una parte de ella, la más idiota, seguramente, seguía diciéndole q
abía solucionado todo al terminar con él y sacarlo de su casa con un papel que le
piedras por las ventanas, rompiéndole los cristales e insultándola desde afuera d
o nada grave, según la autoridad, como si esperaran para actuar el que él la agrediera físicamente
sus amigas no lo solucionó, porque ese sujeto parecía poder olerla y encontrarla
parado afuera de la escuela en que daba clases. Ella era educadora, trabajaba en un preescolar en el turno matutino, y al verlo a
autoridades incompetentes no le ayudaban tampoco, así que, tras leer ese letrero,
era justo eso; por eso, angustiada, solo caminó por horas enteras, reacia a llegar a un lugar que ya
y tampoco podía detener sus pies que solo se detuvieron cuando, al cruzar una avenida sin fijarse en el semáforo, fue arr
tar una crisis que la llevó al hospital del cual él regresaba para cuidar a su bebé en casa, se detuvo a revisar a la mujer que había rodado