20 años con los corazones helados
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omnolencia no logro moverme, es como si mi cuerpo estuviera entumecido, despertando cada una de sus parte a la vez. Es como en una pesadilla de la cual no puedo despertar, se que tengo una sensación desagradable e inc
ansioso. Mis ojos se abren y ya puedo ver, pero solo hay un vidrio empañado delante de mí, estoy en un lugar frío, blanco e iluminado, es angosto y parece una caja con un cristal en el frente. A través del cristal no se ve nada porque parece estar congelado, solo una leve luz roja que va y viene con
uantar un poco más el dolor. Desde allí puedo ver qué estoy en un cuarto más grande, he salido de lo que parece ser un cilindro. Este no es el único, pues según me permite ver el dolor de
vesar, llegó hasta ella y la abro. En la siguiente habitación hay un cuarto grande donde hay un montón de cosas, escritorios con documentos, mesas llenas de tubos de ensayos, televisores e incluso unos estantes, me acerco a ellos para ver si consigo algo de ropa que ponerme. Mientras voy haci
oy por ponerme la ropa, escucho un ruido de la habitación donde salí, es como si alguien más estuviera allí, quizás algún vigilante que ha entrado por una puerta de la que no me he per
o debilitado. Desde allí veo la puerta donde están las cápsulas abrirse lentamente, parece que algo se está arrastrando desde adentro. Veo a un costado un pedazo de tubo doblado, lo tomo para defenderme de lo que sea que viene por mi. Me escondo ag
s nos asombramos al vernos así, y resbalamos por el asombro cayendo uno sobre el otro. Hicimos contacto con nuestros cuerpos
¿Por qué está desnuda igual que yo ?¿Es que acaso nos
detrás del escrito
eres? ¿Por qué
n soy yo? ¿Qui
hiciste esto verdad? -su voz se escuch
uno para el otro. Pero en realidad tampoco nos sentimos cómodos en esta situación, somos desconocidos pero también somos todos lo que tenemos ahora, nos damos cuenta de que tenemos algo