PODEROSA Atracción.
eron cerradas las puertas del club y todos se hubier
cuerpo para poder comer. Lo había hecho durante catorce años. El restaurante representaba el futuro, el billete para una vida mejor. Trabajaría lo duro que fuera necesari
estaurante... y p
u lado, tan tenso como un
chef no tenía ni idea de
r ahora al restaurante? -le pre
ersonal, aunque y a he hablado con tus cocineros y con el gerente por teléfono, todos han seguido mis instrucciones al p
la cabeza y le lanzó
stos muy caros,
uctiva, recuperarás el
o se largara. Pero Cassandra había previsto que las cosas ocurrieran de otra manera. Se hab
uado el restaurante. Cassandra no quiso tener en cuenta
ntro, se acercó a la esquina y accionó el interruptor de las luces de ambiente. luces
or borgoña y chocolate. El amplio espacio tenía una atmósfera acogedora y expectante, como si esperara a los clientes. Había sillas y mesas por todas parles, en unas cuantas se había colocado la vajilla de porcelana china y la cristalería
aurante con mirada especulativa. A Cassandra le palpitó más rápido el corazón mientras esperaba su r
parece? -dijo ell
l-. En francés sign
que los clientes sean felices aq
ofrecer cenas a grupos? ¿O te inc
frecer las
orrer las mesas
edoras. La cafetería y el comedor... -Señaló hacia el centro de la estancia, donde un tabique a media altura separaba ambas zonas- están demasiado próximos. Resultará
bía pensado, pero no le g
él tení
zona de
cafetería? Perderá
un aperitivo mientras espera su mesa, no para clientes que no vayan a c
nota mental de desplazar las mesas más pequeñas a las esquina
la cocina?
antes... de eso sabía él, y ahora era Jonathan quien rezumaba seguridad en sí mismo. Cassandra lo agradeció. Se había esforzado mucho para qu
lla. Notó que le rozaba los hombros con la mirada, que le abrazaba la cintura y que no era
ve desde el comed
ierta de acero inoxidable en su ma
no le gusta ver la cocin
sobre el pecho, estudiando lodo el loca
rabajo amplia y bien situada. Un
sup
a la cara de Jonathan la
fregaderos. Están muy bien colocados los uten
cimeras y otro en el pasillo, donde los plat
ca. -Miró hacia la otra esquina, se acercó y abrió l
re se queda cor
evolverle la sonrisa-. ¿De qué material es este suelo? -di
y fregar y es blando, lo que viene bien para l
idente en su cara lo impres
ensado tod
entes de «Las sirenas sexys» tienen negocios de restauración y les pedí co
de Jonathan. Se tensó mientras su mirad
as teni
isbo de calor de su rostro? ¿Era por haber mencionado a «Las siren
s. Incluso aunque Jonathan dijera que ella no er
se centró en
stará aquí el
bien a l
Jonathan se
- preguntó ella jugando con las llaves y preguntándose cómo rec
misma-, ciñete al plan. L