Estrellas en el firmamento
co convencionales, pero es de aquella manera que se
: Cantar e
todo el dÃa, rogando para que las clases acabasen pronto para poder asistir a su lugar favo
abÃan hacer, cómo transformaban los sonidos que salÃan de sus
e sus pies descansaban sobre el otro y un algo ofuscado Kris tra
suspiro, quitándose el lugar para que éste fuera ocupado por Kris, que sonrió complacido al ver que su novia le conseguÃa un lugar asà de fácil. Ino siem
se sintiera menos cómodo. Ino sólo le sacó la lengua y luego le hizo un desprecio, haciendo que su larga cole
el mismo color, que al parecer no se habÃa ni inmutado por el golpe, pues ni siquiera la miró, a
... –pensó extrañada, pero al final decidió no darle importancia al asunt
sus pensamientos. La rubia lo quedó mirando algo sonrojada y entonces el chico la besó. Samuel los
ub de Shôji –pensó con molestia, desviando la mirada y
e y angelical joven que los embobaba a todos, a cada uno de los chicos de esa escuela, aún si estos tenÃan novia,
acostumbrada a las miradas de la gente, pero no era asà con la person
o para dejar ver a su acompañante, la cual se sonrojó al notar que algunos chicos la miraban, porque t
sonrisa de Hanalise desapareció, siendo reemplazada por una expresión de tristeza, porque siempre le s
ar conmigo está bie
tu presencia es muy agradable para mÃ, es un honor que entre todas las personas que hay en esta escuela tú te hayas acercado a mÃ, no quiero q
n tener una amiga, una persona en quien poder confiar, a
sentarnos, Mónica, y por favor dej
sentar en la primera fila, ya que tenÃan motivos para querer estar ahÃ; am
eno era. No olvidaba que él aún poseÃa esa grabación que podrÃa acabarla, tenÃa que recordar no desafiarlo al pu
intiéndose como un bicho raro. Verdaderamente no habÃa sido buena idea, ella no sabÃa un pe
no se podÃan quedar asà y hacer el papelón de sus vidas. Aunque ning
opular y de tener a media escuela detrás de su sombra, Sergio jamás habÃa tenido novia, ni siquiera le habÃan conocido a alguna "amiga especial", tal como su amigo Guillermo, era un chico muy reservado y frÃo ante todas las
Ã, nunca va a quererme como yo lo q
entado, por más que se decÃa a sà mismo que Samanta estaba enamorada de Sergio, su corazón era terco, asà como él, por eso la seguÃa amando en silencio, doliéndole cada vez que ella perdÃa sus ojos en el Bernal. Se sentÃa
o una estrella en el firmamento. Hanalise era una joven preciosa, si no fuera por esa do
ernández nunca será nada más –pensaba muy seguro de sà mismo, pero qué equivocado estaba en ese momento, porq
rÃa de ellos, aquellos minutos se hicieron eternos. El peli plata se paró en frente de todos, hablando a través de un micrófono que habÃa
lo que ella no tuvo más opción que ofrecerse. Hanalise Hernández se puso eleganteme
ón. Tomó el micrófono entre sus manos mientras que Eduard presionaba un botón en una especie de equipo re
oritas de todos, una canción que hablaba sobre ella misma, sobre ser una persona débil, que se habÃa dejado
to wo omou
ikigat
jibun wo
hoshii
e los hombres sólo se deleitaban con su hermosa voz y s
no nikai
miser
ata uso g
suki n
débil que sólo podÃa esconderse detrás de las faldas de su madre. Pero todo eso habÃa cambiado, ahora ella era una estrella, que brillaba e
e ga ka
shitai i
ou e to nami
suyogari ni k
uit
no shita de
mitsum
s, para gente como Neithan y su grupo su música, podÃa carecer de sentido, pero para ella era perf
staba sorprendido por su hermosa voz y por el sentimiento que ella ponÃa al cantar,
an el talento de aquella chica, haciéndola sentir valiosa, como se sentÃa en cada uno de
que estaba verdaderamente orgullosa de ser tan cercana a alguien como Hanalise. Monica sabÃa que ni en un millón de años serÃa tan b
cuál sea la palabra, pero me da igual –pensaba Neithan cruzándose de brazos y desviando la mirada, no sa
rro atropellado? –le preguntó Sergio al
la guitarra eléctrica y no cantaba nada mal, a la vez que Samuel enseñó sus dotes para el bajo, cosa que dejó a más de alguno boquiabierto, porque el Nara j
as que menos estaban interesadas en materias como esta, lo sabÃa porque ella lo vociferaba en el salón de clases. Le sorprendió
só al instante mismo de haber oÃdo
acia el pequeño escenario. Todas las miradas se posaron en aquellas dos nerviosas jovencitas,
alquier momento podrÃa desmayarse, su cara estaba más roja q
ara de esa forma, pero si Sasuke se llegaba a bu
ándola al centro de la tarima y tomando entre sus manos el micrófono, cosa que la de
que nunca habÃan sido de lo más afinadas, tampoco era que fuesen malas. SabÃa que su miga estaba
r la actitud de una verdadera idol, demostrando a
busque
otivo p
do y en
a mal- apenas terminó su estrofa le entregó el micrófono a su amiga, la cual comenz
lo los
mo que
oración h
Comenzando a bailar por todo el escenario como toda una profesional y dejando incluso a S
staba dando una paliza y
, lo mej
sólo recibÃ
na mentira no
rete
e digas aho
edias no
voz para terminar el coro, ella también t
na promesa no
ué te
s no me atr
edias no
dias no e
h.
rar, ese par sabÃan cómo salir airosas de situaciones d
a. Volvió su vista a la lista y notó el nombre de cierto rubio hiper-activo, al cual aún no habÃa visto en acción, aunque sà lo habÃa hecho otras
más escandaloso, corrió como si su vida dependiera de ello, mientras que sus dos amigos sólo caminaron tranquilamen
as y Sergio acomodó su bajo, sin embargo, a
reclamo tenÃa toda la razón del mundo, no sonarÃa bien sin la bet
asà nada más –le respondió el azabache, que también
Ã? – habló Eduard, mirando a todos sus alumnos, que sólo se observaban entre sÃ, negando con la
oso y algo reservado, pero él sabÃa que las personas de ese tipo eran especialmente b
on la cabeza, por lo que Eduard miró a los chicos y luego volvió
con detenimiento, verdaderamente era un chico apuesto, pero muy serio para su gusto, ella pre
lugar, sin prestar atención a nada más
? –le preguntó Sergio algo dudoso, per
onido, al mismo tiempo que lo hacÃa Sergio. A los pocos segundos Sai les siguió con la baterÃa, primero dando leves golp
de acuerdo. Y entonces la voz del pelirrojo comenzó a s
ark begin
eath, it's f
lost and d
chance to r
rmo. Ahora que lo estaba viendo de frente, dándose cuenta del increÃble talento que él poseÃa tanto en la g
nna change
nna leave
fuse and
h that leads
omo una especia de revelación contra quienes les impedÃan hacer
s los
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un experto. Tal vez no era lo que ella pensó, él de verdad amaba la música, lo podÃa notar en la sonrisa que adornaba sus labios, por esa razón le
ll n
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creÃble voz del pelirrojo, que en verdad les habÃa sorprendido
end throug
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survive
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dedos sobre las cuerdas, hasta que éstos casi no se viesen, mientras su sonrisa se ac
ll n
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ilencio, sorprendidos. QuerÃan aplaudir y decirles
a dejado encargada de los otros guardaespaldas. El joven ahora sólo se dedicaba a revisar unos itinerarios que le habÃa enviado la ma
un miembro de la rama secundaria de su familia, la famosa y prestigiosa fa
a de papel de lado y se quedó mirando el reloj de la pared como si esperara por algo, aunque no era nada en realidad, sólo que estaba tan absurdament
z femenina. Arqueó una ceja algo confuso, ¿acaso
Ãa un gran alboroto. Salió hacia el patio indignado, cuando de pronto notó a una jovencita de cabello castaño, tomado
um, ¿quién demonios era ella y por
e veÃa un poco cansada, pues al parecer habÃa corrido, traÃa consigo la manguera
s perla, apuntando hacia la muchacha, sin poder evitar reparar
roblema, aunque eso no es lo importante, Nahum, si no hacemos algo será mordida –explicó la anciana. El Hernández tomó en sus manos la
horro a los dos perros, que al sentir el frÃo lÃquido corrieron asustados, aunque el chorro fue t
ojos chocolate, causando que una venita se marcara en la s
s –dijo con calma, cerrando sus ojos y soltando la manguera que
ivido. Primero, nada más llegar a Tokio, se perdÃa como una tonta y ahora un idiota la empapaba, lleg
ien era él, o es que esa chica era muy tonta o no lo conocÃa para nada. Bueno, antes Chiyo dijo que venÃa de China, ta
incluso Hanalise tuvo que unirse al resto, porque ciertamente
than pasó junto a Hanalise y sin que na
sonrió sÃnicamente, causándole molestia a la chica, porque él era un descarado, pero cuando le susurró,
a inexperta en ese campo y pensaba que siempre lo serÃa, porque nunca habÃa conocido a una persona que no la vie
odiaba a
o tocar la baterÃa –dijo Samuel al joven pelinegro, que sólo asintió de cabeza regresando a su asiento-. Por su parte, Neithan y Sergio son realmen
su forma de cantar les deslumbraba. Eso deseaba, cantar... ser una estrella famosa y ser reconocid
me falta alguien, ¿ve
to, habÃa estado tan concentrada viendo las presentaciones de los demás -sobre todo en la de Guil
no sabÃa qué decir, definitivamente no era capaz de hacerlo, tenÃa demasiado miedo
o de las personas ahà presentes. Levantó su vista y pudo darse cuenta de que se trataba de Guillerm
ra vez que veÃa a una persona asÃ, muchas veces el miedo
rimera presentación en público, era muy pequeña y se trataba de una reunión familiar, en donde terminó por salir corriendo y lloran
al escenario, sino que más bien se situó abajo, en donde estaba el piano. Hasta ahora nadie se habÃa acercado a aquel inst
mente comenzó. Tocó dos teclas, siguió tocando por unos cuantos segundos más, per
n, todos esperaban
ro, alejó sus manos del piano. Hanalise notó que lágrimas salÃan de sus ojos, porque al parecer estaba demasiado asustada, entonces, como una tabla
uard con una sonrisa, porque también habÃa notado
s salÃan del salón de música, pero la castaña no le oÃa, est
e que saliera del salón, y pudo verlo, su mirada...
junto a la castaña, la cual sólo asintió con la cab
ba en ese lugar, apoyando una de sus manos sobre el hombro
capaz de superarlo si realmente quieres estar aquÃ
cabeza. La ojiperla no dijo más, ella habÃa vivido lo mismo y sabÃa lo que se sentÃa, a
arde? –se preguntó la castaña,
arse cada uno a su casa. Neithan abrazó por el cuello a su prima
? –preguntaba el rubio, entusiasmado, ya que tenÃa muchas gana
ellos se quedaron sentados todo el tiempo –contestó la rubia-. No es nada dive
os amigos. El pelirrojo sólo le ignoró y el azabache alzó una mano como d
ien no quitaba sus ojos de Sergio. Esto era el colmo, ¿cuándo se cansarÃa su amiga de estar tras un imposible? Lo mejor era
han estaba algo sonrojado y sorprendido, pero lo e
irle una mirada, se encaminó hacia la azotea de la escuela. El rubio recordó ent
e! –y sin más, se fue corriendo detrás de la Hern
lo, pero no entendÃa por qué a veces estar con Ino no era suficiente, no sentÃa esa increÃble pasión que se debe sentir haci
esperadamente algo en su mochila, pero no estaba por ninguna p
on curiosidad, observando que su amigo si
rgio sabÃa de la importancia que tenÃa esa uñeta para Guillermo, la habÃa conseguido en uno de los conci
he resolvió simpleme
ndo hacia abajo a través de la rejilla de alambre, apoyando sus pequeñ
voz que le hizo fruncir el ceño. Se volteó y le miró ahÃ, tan sonriente y engreÃdo. ¿Quién pen
onrisa en el joven Harrison, cosa que la hizo bajar la mirada, sin
aquà para eso, ¿verdad? –Hanalise desvió la mirada, ciertame
o que quie
arecÃa arrogante ni nada por el estilo, al cont
verdad cantas muy bien, y c
meditaba, no llegaba a ninguna conclusión diferente a la que tenÃa desde que los vio tocar con toda esa energÃa.
a sonrisa aún más brillante que aparecÃa en los labios del rubio-. Pero deb
on cierta melancolÃa, cosa que Hanalise notó y le llamó bastante la atención-. Perdóname por eso, pero es la única forma
hablarle y luego se echaba para atrás? No pudo más que cru
en este mismo lugar, te diré como me fue, ¿de acuerdo? Pero no es
Tu agente
cena, dejando a Neithan solo y muy emocionado, porque a fin de cuentas habÃa conseguido su cometido, cono
orque no entendÃa qué demonios le habÃa sucedido ahÃ, ¿por qué cuando ese torpe
sà misma, convencida de que esa era la única respuest
a frente a ese piano, lamentándose por haberse dejado vencer por su miedo una vez más. HabÃa sido
é debÃa
bÃa una mane
ó el piano una vez más con tristeza; ya no habÃa nadie ahà que la pudiera oÃr, nadie
momento, esta vez se escuchaba claramente la música que emitÃa el piano. Sus de
trarse a sà misma que podÃa hacerlo, que podÃa no sólo tocar
nerte siempr
hace dar to
se quedó hipnotizado al oÃr aquella melodÃa, pero más que nada por esa dulce voz. Se acercó un poco más y o
esbalé y en
a
le adelantó, conocÃa esa canción porque su hermana siempre la oÃa en el radio,
o hay nada q
i significa es
asombrada, pero sin dejar de t
stoy soñando –pensó aún sorprendida, sin sospechar que no se
, y nunc
ejes
a, no bast
e, no basta
do, y mor
stás ju
sado aún que seguÃa soñando como una niña, pero entonces, cuando sintió como una de las manos de él se
ubia de cuatro coletas, quien buscaba por todas partes a su herma
ero su querido hermano habÃa estado huyendo de ella toda la tarde, s
que no –estaba tan distraÃda apretando sus puños con rabia, que no notó que un alumno caminaba hacia ella. Él, muy distraÃdo oyendo m
nes contrarias debido al fuerte go
–reclamó el Nara, enfadado, fijándose inmediatamente en si
s a decirme eso? –se quejaba Clara, sobándo
os, ella en esos ojos negros y esa mirada de pereza y él, en esos hermosos ojos azules
ó Monica al sentir la calidez de la mano de Guillermo sobre la su
y no se lo explicaba, ¿por qué demonios habÃa tomado su m
ente y dando unos cuantos pasos hacia los asientos, de
llorar, más bien estaba muy nerviosa y sonrojada, no podÃa creer que Guil
seguro de que no lo volverÃa a perder, entonces se volteó hacia la chica q
o pudiste cantar y tocar fren
cababa de adularla? Esto era demasiado pa
bÃa que si lo hacÃa se perderÃa en ellos. Sus mejillas estaban sonrojadas, lo que le daba un a
aña, ¿qué hacÃa él hablando con esa chica rara en medio del salón de música y completamente solos? Y además
traño, demas
su corazón latÃa mucho más rápido de lo normal, porque era la primera vez que algo asà le sucedÃa, era la p
mujer era demasiado autorita
ien rayos eres y que haces aqu� ¿No será qu
que se percató de lo que él le habÃa dicho-. ¡¿Qué te pas
ahÃnco en que no necesitaba su ayuda, por lo que se incorporó sin más y completamente sola. Samuel ahora la observó mejor, vaya que era linda y no cualquier mujer le causaba
–el chico se quedó algo impresionado, ¿una consejera tan joven y bonita? Seguro
ser cortés, ya que ella era mayor, era lo menos que
ido llamada asÃ, se sentÃa como una anciana, pero justo cuando iba a replicar, se apareció su h
a como a su compañero de clases. TodavÃa estaba perturbado por eso tan insólito que le hab
irle sin chistar, ya habrÃa tiempo pa
sobre su cómoda cama. Cerró sus ojos y trató de no pensar en esa imagen, pero la
e no podÃa odiarlo como querÃa, le parecÃa que ambos eran muy parecido
ahora podÃa hacer era descansar y pensar en qu