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Desalmada

Capítulo 6 VI

Palabras:1226    |    Actualizado en: 16/11/2022

ijos esperaban por él. Siempre pendientes de su

en la región? Solo un loco volvería

allí. Ese traidor debe estar muerto hace mucho, ¿quién sobrevive a la selva? Ellos no lo asesinaron, co

iglesia? ¡Desvergonzada! ¿Quieres que se den cuenta de que ni para planchar

a en que Rosa aguantaba en silencio la descarga de su marido

o era tan valiente como

uería sentir odio por él y contra ese deseo, percibió como ese veneno recorrí

n sus hijos, dejándola en casa. Ella

e. Por más que se lo afirmaron. Y ahora debía permanecer callada, au

selva. Conseguiría algo que le devolvería

a su hija, a quien había enseñado desde niña. A manera de juego la entrenó

midas. Las consideraban capaces de lo peor.

e salir de una vez por todas de esa tortur

orcido de dolor. Le odiaba con todas sus fuerzas. Si solo estuviera segura de que Harry

al borde de la escalera, y

an en la alfombra de hojas que dejaba atrás. Se fue alejand

arácnidos y de una cobra venenosa. Caminó largas horas en medio de los árb

resionada. A la vez que la c

ngel!, te pido qu

jó de resistirse. Como si c

en tono dulce al animal—. ¿¡No voy a ser desdichada, el resto de mi v

tenía, solo bast

deme la fuerza y paciencia que hagan falta

so en un lugar seguro. La cobra quedó en e

uno de sus pasos. Siempre llegaba a casa, se quitaba las cholas en la escalera y se rendía en la hamaca colgada en e

uando él llegara debía cogerla y el animalito saltaría

!, estamos en la selva —se

sillón con paci

rry. Le había alquilado una habitación en su cas

strategia. Mezclarse entre los pobla

nciano de nuevo. Aquella vez, ella no c

o. Su esposo estaría en la iglesia

nterna. Tenía tiempo suficiente. El c

ería toparse con nadie ¡Le da

n tinieblas, era

a iglesia. Escuchó

prostitución de la carne. Muchos no se cor

y la desunión. Es hora de revisar y recordar lo que la biblia

el nuevo tiempo. El momento

e forma» y apuró el paso. Empezaba

scubierto. Recién, cuando estuvo distante, pudo

servaba la luz que

les. Debe estar vigilándome. Cree que no le vi

lgo malo. Así, que se distrajo en la coc

. Y se negó a voltear, continuó

ba en el piso, muy ce

e encomendó a San

o. Se libraría de él muc

a y se sintió atemori

oy yo! —d

solo impulso corrió hacia la entrada lo

o!, no l

angustia desmedida

en la trampa que había d

se apoder

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