La libertad
, el no podía ir a recogerla
pear sus mejillas suaves, sus labios eran de un color cereza que despertaba tentación a cualquier per
instinto sintió que alguien la seguía, su corazón palpitaba muy fuerte, ella aceleró el
la alcanzo, la tocaba y Sandra se sentía muy incomoda, "¡no me toque!" Gritó Sandra, e
l de el no era nada parecido; cuando el sujeto se disponí
por ella y decidió ir a recogerla, pero pronto se decepciono cuando escucho la voz del h
cupación señor, ya estoy bi
de semanas anteriores, "us... usted es...?" pero San
ero no le incomode que la acompañe a su casa, usted no debería de andar
puedo negar señor
dió el hombre
daba a entender que ese hombr
ombre, a lo cual el resp
re le era familiar pero n
dezco por salvarme" mi nom
celana, era apuesto y se veía que provenía de una familia adinerada, "bueno este es m
respondió e
hí si el se veía de familia adinerada, el señor C
ejaba de pensar en Lee, ese hombre le había robado el
que las mariposas en el estómago de Sandra volaran más y más, su voz dulc
iento ya que tenía novio y estaba segu
r quién era esa chica tan encantadora, pero no estaba seguro de que ella le interesaran personas com
a enamorado de ella o sol
e, el la vigilaba y cuando vio al hombre
del señor Lee, el era frívolo, el siempre se limitaba responder, c
le había robado el corazón y e
empeño recibiría un as
s que su jefe atendía estos asuntos, nunca lo habí
r en par y le pidió a Sandra que pasara; su jefe estaba de esp
volteó, Sandra n
.