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Amor sin medidas

Capítulo 10 Fingir que está bien

Palabras:3316    |    Actualizado en: 22/10/2022

e la noche, pero había pasado media hora más con Dean, solo charlando, lo que había disfrutado, pero el sabor agridulce del arrepentimie

pensando y pensando y pensando. Un hábito p

considerado esa noche bastante perfecta. Se había sentido algo normal, algo ... encendedor. Hablar con Dean fue bastante f

n, antes de irse, le había rozado nerviosamente el cuello mientras la in

ón de dolor en su rostro. Ella había tartamudeado algunas tonterías para explicar, pero Dean simplemente había sacu

el todo cierto, pero tampoco era una mentira completa. A ella le gustaba Dean, era un gran tipo, y ciertamente, solo

protección y seguridad que solo Riley podía. No le ponía la pie

usto en sus aspectos, ¿verdad? Ella no podía simplemente salir con él solo para forzar a su cora

bargo, Riley la abandonaría de nuevo. Él

o probablemente se debió solo al calor del momento, con esa canción romántica y esos pensamientos sobre las

emasiado fea, demasiado insignificante para alguien como él. Si le importaba, era solo porque la conocía desde ha

ientos aún más que antes? ¿Por qué las yemas de sus dedos rozaban ansiosame

si ni siquiera los había tocado realmente? ¿Por qué

párpados, tratando de no sentir el dolor en su corazón. La había dejado una vez,

pero él le había causado el peor daño. Ella no quería culparlo, era su debido derecho tener su

cerca de él, el recuerdo de ese dolor regresaba y la golpeaba con fuerza, principalmente por la noche, cuando no tenía defensas excepto su osito

*****

CUATR

está esperando".

de ocultar su rostro detrás de su libro, esper

... ¿No quier

párpados para no ll

zón apesadumbrado, ¿verdad?" Sybil advirtió. "¿No c

razón pesado agobiándola. Con pasos lentos e inestables, salió de l

ley llamó, f

n. Cuando trató de abrazarla, ella retrocedió. Ni siquiera lo miró a lo

ró, consciente de

inuto más. En el fondo deseaba que él viniera a verla, pero sabía que no lo

madre disculpándose en su nombre, pero podía imaginar a Riley ni siquiera escuchan

plicaban a lo largo de sus mejillas. Apretó los párpados, sintiéndose confundida, aturdida y

e rompió. El pensamiento de toda una vida lejos de él destroz

sus lágrimas silenciosas y la conciencia de que,

****

arrado su corazón en pedazos. Porque ella había sentido que era. Abandono. Ella había sentido

e por esa carga que había sido durante mucho tiempo, pero aún así le do

Otra vez. Y estaba segura de que no po

iña para él, él todavía era un joven guapo. Lo más probable es que encontrar

iado difícil, ahora ... Ahora podría ser imposible. La última vez que era básicamente una niña,

r esas llamas sin incinerarse. La última vez le dejó una pesada

palabras, y ese cuasi-beso ... ¿Sol

on, nunca habría dicho ni hecho eso

rente, no había sido solo el calor del momento, había sido sincero. Porqu

na niña para él? ¿No era ella su pequeña abeja? Las cosas cambian en cuatro años,

para no arriesgarse a que nadie lo escuchara, agarrando fuertemente su osito de

e cómo deshacerse de ellos. Lloró porque Riley, la única persona c

lo haría de nuevo, rasgando otro agujero en su frág

*

le gustaba hacer eso. Aunque aunque nunca le había dado la satisfacción de estremecerse, esta v

o de él, preguntándole si tenía ganas de correr esa mañana. Y ahora allí estaban, en el

n se quejó una vez que su

ente, usaría medias y camiseta sin mangas, pero esta mañana había optado por pantalones cortos de gimn

como una chica buena perfecta. Llevaba pantalones cortos de gimnasia y camiseta gris, también listo para salir

lo había regañado por haberla preocupado y se había sentido aún peor. Su prometida lo había estado buscando por

orra, su mente se extraviaba y lo empujaba hacia el abismo de necesidades muy pecaminosas. En una palabra

ez estaba mal, pero se sentía tan bien. Ella se acercó lo suficiente como para que su brazo rozara el suyo y tuvo que morderse los lab

verme?" Ella preguntó, dibuja

estar limpia, y solo cuando pensó que estaba lo suficientement

o, era, era inútil negarlo, y sabía que él se arrepentía, pero

dos, tan cerca, y tener que fingir que sentía que nada era casi imposible, pero se había prepa

er la máscara de la adolescente sexy que quería seducir al hermano de su mejor amiga, y p

ella era hermosa y tan, tan sexy. Pero eso no lo excusaba, ¿verdad? Tenía a Gwen, y debería tener ojo

seguramente sabría cómo manejar esto, y había pensado en buscar consejo, pero habría sona

bil de lo que le hizo saber, y era su deber como hermano protegerla de todas las maneras posibles, especialmente por

iz, Jason suspiró una vez más.

. Se mordió la lengua, regañándose a sí misma. Tal vez ella estaba perdiendo el control, tenerlo tan cerca también l

ostro, con esos impertinentes grandes ojos grises que lo escudriñaban con tanta malicia

e a la tentación. Incluso con Gwen, ella había sido una amiga antes que nada, pero él realmente no había pensado las cosas antes de ir tras ella. Tod

ijo: "Porque estoy comprometido, Vanessa. Estoy a punto de casarme y acabo

escuidado y atrevido, pero... Era difícil pensar en eso cuando su corazón había recib

er impasible mientras estaba ardiente por d

scuidada mientras estaba de acuerdo: "Si eso es lo que quieres ... N

prácticamente le había dicho lo que no significaban nada, ella no sign

ociones más profundas. Los que ni siquiera Emily conocía, los que escondió al mundo. Los que

res palabras específicas. Solo la debilitaría y él se compadecería de ella. Por

*

ablar co

o de respirar. Quería hablar con ella, Riley quería reunirse con ella para hab

impulsivo o si lo había querido. Ella no quería tener una

untó la señora Robinson, mirando a su hija sentada en la i

de lo que podía estar segura, era que Emily nunca se despertaría temprano en la mañana, especialmente no el sábado, cuando no tenía n

que solo lo empeoraría. Tenían que ser cautelosos, no presionarla de ninguna manera, su amiga psicóloga había sugerido hace

no. Tal vez fue solo amor de cachorro, pensó Sybil. Tal vez había peleado co

rte en ella. Sybil suspiró inaudiblemente mientras se volvía hacia los platos. Solo una pers

tir la mirada escrutadora de su madre, incluso si la mujer fingía estar ocupada

ían a desayunar, ya que Sybil siempre esperaba a su hija antes de ir a trabajar también, para ll

o sin dejar todo, luego pasar amablemente el plato vacío a su madre y subir las escaleras con

suelo, atándose el pelo en una cola de caballo alta para evitar ensuciarlo, y ... metiendo dos dedos en su boca, haciendo que derramara todo lo que a

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