En los brazos de tu enemigo

s paredes y en la puerta, se levantó un poco desubicada por lo que podría estar pasando. Salió y abri

o? ¿qué significab

as miró esperando alguna respuesta de su

ndo, están actuando muy extrañas y saben que eso me cae muy mal, díganme qu

s, tenían miedo de haber arrast

sin nadie? —cuestionó Fer

adie, ¿por qué? ¿qué pasa? —

, Dannia no tenía tiempo para esto, estar sentada en el sofá jug

por llegar y quería estar segura que todo estuviera en orden, sus ami

á pasando? —cuestionó nu

on uno de los chicos de anoche

edes tres estaban muy ocu

uarto chico? —

o confundidas. Antonio me trajo a casa y se fue, no sé qué pa

pura perversión, na

isfrutado y mucho, podía imaginarse que cosas habían hecho la noche anterior para qu

ra ya va a llegar y necesitamos estar bañadas, así que las qu

mo de rosas blancas y una tarjeta “para la mujer más hermosa del mundo” y firmado por Bruno. Las tomó y las ll

eso quería pensar, pues, ¿Por qué Bruno enviaría

? —era la voz de Ang

—preguntó Dannia con du

la cuestionó, vie

tan más los tulipanes, esa

zón en una cosa, la intención era lo que contaba y debía estar feliz po

uila, relajada, tú eres hermosa, divina, vas a ser feliz con ese

sus amigas desde

o al igual que el peinado, su vestido era en corte A, era simple al igual que su cer

Dannia, tienes un

u trabajo, pero la hacían sentir bien, quería disfruta

uiero ver como luce el maqu

via sin estropear el trabajo de Angela, puso

preguntó Dan

debes creer que mis palabras son por hacer mi trabajo, pero crée

palabras la hicieron soltar a

iguió Karly, derramando alg

hermosa, me harás llorar

las abrazó

anas, en el transcurso de estos añ

pearan mi trabajo y me enojaré con

as cuatro chicas, para él, Dannia era una hija más al igual que Karly y Diana, ta

s ¿verdad? —pr

nunció —solo f

evó —Anun

abrió la puerta de la limosina y le ayudó a entrar, allí adentro iban las cuatro rezando porque todo sa

pleta amiga —mencio

amigas, que miedo, ¿es nor

sí —dijo Ka

—habló por primera vez Diana, aunque un poco molesta,

viosa y tú no ayudas mucho —le gritó Fer

ovia, a quien estaban poniendo nervios

staba realmente aterrada ahora que todo se estaba haciendo más real,

anes eran las flores que más se destacaban en el lu

o por lo que había hecho a solo horas de casarse, mucho me

esponsable de impedir esa estúpida boda, Dannia no se

ntonio —le

rto modo, la idea de al menos una vez en sus patéticas vidas, arruinarle a

ecesito que me vea y que sienta que es su día —dijo con sarc

en San Francisco era un dolor de cabeza, y justo

se expresó molesto y lleno d

o que Alejandro —ya casi llegaremos, aunque para s

y soltó la risa, eso no lo había pensado

con el desfile de Bruno y

un dispositivo conectado al equipo de sonido, que

te de: "¿Alguien se opone a esta boda?" ambos se pondrían de pie y gritarían a todo pu

donde desfilaría Dannia, justo en la puerta estaba su padre, Marc, con su rostro

—la envolvió en sus brazos y

moso —respondió ella, agua

de comenzar a caminar, su papá mantenía sus manos acunando la

azul marino ajustado lo hacían ver tan elegante, junto con s

dijo: —está hermosa, parece u

mirada hasta qu

a protejas como piedra preciosa —le ordenó Marc, sabi

o se preocupe —le dijo

su vida, su hija, de la mano, la acercó a él y le dio un beso en la mejil

r, allí estaba el plan que Laila había armado,, pues había pagado para que aquel que estaba encargado se