Una Dama Letal
o, y aunque no existiese mucha luz, la sombra d
preguntas aquí s
por el
desde un principio -Contesta
dueño? Haré un
nadie lo monta, ni muc
n caballo. Y de paso, que estaba frente al mismísimo dueño. Era u
si ese hombre
obarlo, solo to
ge la señorita? O mejor
era algo que se esperará. O bueno, quizá
se abraza a sí misma, el frío
apa de su insignia dorada que colgaba de su cinturón, a pesar de la poca luz, se
lto ser del sheriff y de paso quien la había pillado a punto de escap
or sus propios medios queriendo hurtar mi caballo, estoy se
No pienso responder absolutamente nada, yo no he hecho
o pi
s, y usted no puede interrogarme,
aparentara ser una joven inocente. De todas formas, no podía dejarla ir. Y menos estando en esas condic
ejarla ir, señorita... -Él guardo silencio al darse cuenta
a. Necesita salir de ese pueblo antes del alba, pero con la imponencia de ese hombre le resulta
ibrio. Algo no iba bien con ella, ¿pero el qué?, de la nada siente que algo tibio corre por la piel de
e su cuerpo pierde fuerza y equilibr
o al lado de la rubia en segundos para tomarla
que no está muy dispues
de ahora en adelante custodiaría esa casa. No pensaba permitir que
.
?! -Exclama el doctor recibiend
a he encontrado intentan
á sangrando? ¿Ha d
ayó mientras
a habitación
la señorita aguantara pasar lo que quedaba de la madrugad
extraño que una dama anduviera a esas horas de la noche por la calle, pero al acercarse más
esistente. Mira que querer robar su caballo en esas condiciones, se hubiera muerto a pocos kilóme
as horas en la comisaria, seguramente, esa rubia se hubiera marchado. Aunque dud
ad, luego su manera tan altanera de contestar, esos índices le
... y seguía sin saber
donde estaba la desconocida se
los puntos. Se desmayó por
brev
í sola, creo que soportará
ré para v
f. Le diré a mi esposa qu
s gastos de atenc
o -El homb
puerta, la regresaría a la cama y si era preciso l
.
a habitación de Rouse. Lo que provoco que la rubia frunciera el ceño, segundos después, a
paso? ¿Por qué
acostarse de nuevo. Se sube el camisón y se fija que tenía un vendaje nuevo. No
taba hecha para que nadie se escapara. Rouse suelta el aliento, ¿Cómo demonios se iba a esc
ar respuestas para sus preguntas, la puerta
que hizo ayer no estuvo bien, se ha hecho muc
én es
médico del pueblo. ¿
enos lo haría con el doctor del dichoso pueblo. No deseaba decir nada