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La Reina de la Mafia "El regreso de Camile"

Capítulo 2 De vuelta a Milán

Palabras:1833    |    Actualizado en: 02/10/2022

ando ambos recuerdan y agradec

li

ca, aquel Coñac no le había caído del todo bien. Se incorpora en la cama, est

horas despierto, esperando a que ella despie

erta antes

stoy llamando. —responde

r mirarla nuevamente desnuda, tal vez no sea capaz está vez de conte

irarla, ella se levanta, el p

a blanca, se cubre y cie

e este malestar. Siento la

nevera ejecutiva, saca una bebida energizante, le coloc

ega el vaso. Camile lo bebé de u

Voy a alistarme. Quiero ir de

pat

damente, inclusive se sentía con mayor ánimo. Se arregló para salir, como en sus mejores tiempos

al espejo, toma su cartera

u chófer y guardaespaldas, la contempla desde afuera. El h

r de Juliano. Quiero r

esde el retrovisor a su amor im

dio? —le pregunta

nada. ¿Se s

que tu poción es realmente mágica. —ante e

tiva. El Indio en cambio,no deja de recordarla totalmente desnuda ante él, de excitarse

Juliano. Baja del auto para abrirle

uda con un par de besos Juliano a

cata tanto (querido m

e Piero. Me enteré

ue él ya no estará a mi lado. —un ge

o a llorar —la abraza Juliano para consolarla —¿Dime qu

da especialmente para m

de la mano y se adentra hasta la parte de atrás de la tienda, mientras él Indio va det

aquí. —l

nunca desobedecería una orden de su patrona. Se cruza d

un vestido de color gris, co

afioso —espeta.— Soy ahora la reina de la mafia. ¿Ti

ntos. Déjame decirte que serás la patrona más elegante y sexy del planeta Tierra. —camina un

acompañado de sus respectivos accesorios, carteras y za

onoces mejor q

r no es ni la mirada se la que hub

demás el que la había salvado de ser descubierta por Piero cuando descubría que este la había traicionado

h ba

Yo te aviso si el director vien

y entra al cubículo, donde el profesor Ivan, revisa los ex

hasta la puerta y mira a ambos lados del pasillo para verificar que no h

a señorita

o que deseo, profe. —dice s

s. Si te descubren aquí, no dirán que tú viniste, sino que yo te sonsaq

fue verdad? —s

stré uno de los poemas que me inspiró tu rostro

ios como manzana prohibida, suculenta y apetecibl

etáfora,

rá entre ellos como una enredadera” —continúa la insistente joven, ca

Dios. —coloca la mano en su cabeza y cami

ee admitirlo es otra cosa. —responde Camile, acercándose aún

e quitar sus brazos entrelazados de su cuello, pero ella

e pensar en usted. Cada vez que en clase lee los poemas de N

esor y no... —los labios de ella aprisionan lo

u código de ética y moral. Camile siempre ha sido una de sus estudiantes más notables en su clas

ue sus grandes manos se deslicen por la espalda de la joven y bajen hasta sus n

promoviendo en ella, sensaciones más intensas. Ella comienza a elevar sus c

e él entre jadeos entrecor

or poema, que la tinta blanca que llevas se derrame so

sobre el escritorio, se abalanza sobre ella, y se

bajar la cremallera, sacar su vara de poder, mientras ella lo ayuda, corri

ntensos, de superficiales a profundos. Ella gime de placer, mordiendo sus labios para evitar gritar, él también permanece en silencio, solo se escucha el sonido

oficina visiblemente perturbada por

le pregunta emoc

entre la falda y aún con los dedos húmed

impia el rostro con el antebrazo— ¿Grande o peq

suspira ella.— Perfecto y aj

portable de matemáticas —ella se prende a su ante

perra, es mi amiga. ¡La real

la mejor de la clase de literatura sino la mejor amante que Ivan

*

odo esto. Prepáralo todo. —le en

s y cajas con los diferentes atuendos, en

s que estoy aquí para lo q

l mejor amigo que h

ir a Italia, eso nunca lo olvidaré —la abraza

tienen a carcajadas, mientras el Indio espera p

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