Charlotte

rlo

de la música, me encanta este tipo de música. Esa que hace que tu cabeza vuele. Él sacó de su bolsillo aquel polvo que necesitábamos para que la noche continuará de manera única, movió mi cabello haciendo

o se pegaba de sobre manera en mis curvas pronunciadas, Luci

e. Él lamía sus labios mientras seguía con su juego de miradas—. Espero y no me estés siguiendo, sabes que no me gusta q

—Baja su cabeza y se ríe—. Charlotte, no te seguí te lo puedo asegurar, es una coincidencia que nos guste exactamente lo mismo, ¿No lo cr

ue me estén supervisando. Luciano, no ere

y bien, tu serías mi reina en todo sentido. —Agarró mi mentón, acercando su boca a la mía—. No sabes como me muero por ser el único

os y no voy a mezclar las cosas. Luego los sentimientos se involucran y todo sale

no sabes com

una de las copas que están a mi lado y bebo un gran sorbo—. Vine para distraerme, lo que menos quiero es est

oxitocina que mi cuerpo tiene almacenada. Gemi cuando metió sus manos en medio de mis piernas rozando de a poco mi intimidad, el lugar estaba completamente lleno, pe

oy a hacer que te liberes hasta que me pidas que me detenga, te conozco muy bien y sé

confiado de

rio, espérame acá procuraré no demorarm

abandonas sin importar mi comportamiento y mi rechazo —le dije mordiendo mi

as de que algún día no muy lejano te des

uen momento, por lo general sucede luego de ir a visitar a mis padres… es increíble porque eso me afecta, mucho más de lo qu

vertida. —Giro mi cabeza, cuand

para que diga o lancé algún juicio s

estoy seguro que sería la mejor forma de tratarnos sabiendo

n ustedes. Un maletín lleno de billetes no compra la confianza que debo te

Podemos conocernos mejor y así sabrás com

esta plática sin sentido —hable, con ganas de ofenderlo. No me interesa en lo más

ir de este lugar. Me recomendaron

acerlo lejos de mí, le recomi

estaba necesitado, mi intimidad porque estaba de lo excitada que estaba. Él estrecha su mano sacándome de una de mis pensamientos—, está bien creo que parezco una persona necesitada —comenta haciendo que

sa a él, luego él me la pasa,

que he decidido algo. Adriano necesito estar re

? —negué con mi cabeza, creo que

, se necesita mucho para eso y por lo visto le falta demasiado a usted. Dejemos las cosas de est

oloca una cara de niño re

ribuciones, no crea que porque me dio una oferta ya puede ser

me preguntó si estaba bien, prefiero no decirle nada. No tengo porque tener ese tipo de charlas con él, no

llo, volví a sentir como mi centro se calentó, lo besé con gran intensidad mientras nuestros cuerpos se pegaban y “dan

o voy a aguantar más —d

e hacía sentir eso, lo único que me quedaba claro era que tenía que tenerlo lo más lejos posible, sus ojos

atégicamente para estas cosas. Cuando pusimos un paso fuera de la pista de baile, escuchamos a lo lejos un tiroteo, de in