El Ceo que no quería amar
si siempre me despierto antes de que suene. Me visto con ropa deportiva, bajo al gym hoy tocan pesas. Mientras ha
eo lo que tengo que hacer hoy y la leyenda "Comida con los Carter Blossom" es lo único
acaba de llamar para posponer la comida de hoy, él y su e
r su hijo, es una p
¿Latte o
s se programó para mañana a las
molesta un poco.― Digo en voz alta mientra
to, que te digan día y fecha y ahí estaré, programa el avión, espresso ya no deberías pregunt
entir el mismo calor de el infierno en el que estoy viviendo mientras me enjabono. Aguanto lo más que puedo hasta que siento el dolor de cabez
rar y esta vez me quedo pesando
aje negro, lo pongo sobre la cama tomo el móvil y
: Y ahora ¿Quién e
l mensaje y vuelvo a poner el móvil sobre la cama, me visto, me echo loción, tom
ías Señor
eña maleta con dos cambios y la dejes lista
ta y sin decir nada más s
chofer abre la puerta de la ca
le digo lo mismo pero me gusta tener Constancia y
entro. Subo solo en el elevador y llego al último piso donde al abrirse las pu
no sé porque insistes e
señor, un espresso en ayun
tura o no... no vuelvas a traerlo.
ura.― La junta con los socios se pudo ca
me tomo de un sorbo el café y tiro el vaso. Me siento y pren
tiene nada más
Có
da más en su agenda,
me controlo. Soy el CEO De una gran empresa no puedo
lamo.―Le digo y ella se da
acia los ventanales, recargo mi mano sobre uno mientras trato de respirar. Mi
r por mi mente, Nadine, mis hijos, la nieve, todo vuelve y yo sólo quiero tirarme al suelo y llorar. ― Vamos Quentin, vamo
ado pero logro sentarme de nuevo y recargarme sobre l
rda.― Le hablo y después acaricio a mis niños c
los correos ya clasificados, los contesto y cuándo me doy cuenta es hora de ir a la junta directiva. Me pongo de pie, tomo m
a alarmada.― Se ve páli
para salir cuando termine esto ¿Quie
se
siempre. Abro la carpeta con la orden de la junta y lue
: Y ahora ¿Quién e
si estuviera hipnotizado y con prec
enas tardes, si qui
enviar―¡Qué idiota! ― Murmuro
aco y me dedico a lo mío, a mis cuarenta años no tengo tiempo de mens
n atrás de mí. Lo sé, he cambiado y me creen loco y amargado, no me im
alois cualquier cosa
egresar a mi piso, algo muy raro porque no suelo hacerlo tan temprano, pero
ta y comienzo a respirar agitado. La ansiedad llega, y esta vez me puedo dejar llevar porque no tengo a nadie alrededor. Mi cuerpo tiembla, mis manos
azo izquierdo se entume.― Un poco más, un po
ro los ojos y mi habitación está a obscuras, me levanto, el pánico se fue y yo me quedé dormido. Tengo la boca se
la sala. Vivianne ya estuvo aquí y como todas las tardes hizo su tra
el primer sobre, lo abro y lo leo, hago lo mismo con el segundo hasta que llego al tercero y me pongo de pie po
e y de pronto veo mi móvil, lo levanto y
nas tardes, si quie
o el sobre lo dejo y vuelvo al móvil. Borro el
VALOIS