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Querida Heather

Capítulo 3 Un maldito niño de 4 años

Palabras:3529    |    Actualizado en: 06/01/2021

estacionarse en frente de mi edificio,

ando se baja del auto- ¿Por qué carajos nos invitas a estas

imiliano. - estoy bien, me enco

dice Peter mientras co

tu rostro luce como

umos rubia, mejor da gracias que estas

casi al borde de llorar, verla así me dio mucho más coraje, m

orque ella sabe que soy violen

le digo s

a la rubia con una s

se armó la gorda- e

interpone entre las dos. - no es momento para peleas, pe

da a Ailene me pone de mal humor, quiero dejarles a los tres en claro, nadie ofende a los míos, ahora los quier

iquero- dice la rubia mirand

más te muelo a golpes, ten

dice Gael. - a esta hora Hea

l otro chico del cual no

del elevador y sus puertas se abren de inmediato, eran alrededor de la una 1:

inmediato rompe en llanto, hago una mueca y sigo derecho hasta la cocina para tomar dos botellas de agua, me siento

endo la botella de agua, Ailene la toma con rabia y la abre.

invitaste en pr

iento que haberme ganado esa beca es una maldic

pasa? nada, porque eso no te define y estoy segura de que tus padres están orgullosos de ti, porque yo si lo estoy, Gael lo está, incluso el retrasado de Peter. No los necesitas a ellos para una vida de lujo porque tu sola te lo puedes

No suelo ser una persona que reparte amor por el mundo, eso solo les

- no recordaba que ere

y...Maximiliano, lo miro extrañada porque fui

paz. - levanta

ra con lo que dije. - me cruzo

as mete sus manos en los bolsillos delanteros del

la verdadera Ailene, la que perdona a

era mal, pero cuando ellos estaban al borde de la sobredosis ahí estaba yo para llevarl

er me saca de aquel amorgo recuerdo que m

odos hasta que termina en mí, una sonrisa se dibuja

s mientras camino a mi habitación. – el sofá se convierte en un so

y me dices que se convierte en cama y aparte tienes otra habitación! - col

.

senté en la terraza para empezar a dibujar el boceto, cambio de color cada vez que puedo, entre líneas que van y viene aún no se logra distinguir nada, pero dentro de mi

lores, miro enojada al intruso que se dio en la osadía de interrumpir mi mom

bel para que las otras person

ostumbre que tengo de pequeño, mi madre siempre

uiera se sienten tus pasos, cualqu

Maxi pies

ándole colores al dibujo p

ás a mí, de inmediato me coloco nervios

na silla que esta mi lado. Con su sonri

án, estaba confundido al no saber que era, pero me doy cuenta que tienes una chispa con la que llamas

o no crecí en una cuna de oro ni mucho menos con el amor de mis padres,

me mira fijamente. – pero esa es la primera percepción que tengo de ti

costado duro, por eso lo hago,

a luego inclinarse hacia delante y cruzando

ro luego recuerdo que hay más personas durmiendo en

risa. - Peter, aunque es una garrapata

rios

ayuno que yo no les pensaba brindar, soy demasiado mala siendo anfitriona y ellos lo tienen claro en todo momento, así que deciden lla

de escucharlo parlotear como mi vecina Maritza, aquella señora no me puede ver por el vestíbulo

tan creativo en ese aspecto, a nuestra puerta, cada q

zo- le dice Ailene a su amigo mie

o y puedo sentir como el chocolate y la mermelada se chorrean por mi boc

ue este tipo no tiene veinte tantos, tiene por lo menos u

gusta- respo

secundan, el trio sale por la puerta dejando el dep

ue ese hermoso silencio no duro mucho p

ra escucharlo hacer tantas p

indicado para decir este tipo de cosas porque soy un maldito con las chicas, pero tú que eres mi amiga personal, debes buscar un h

manos al corazón, pero todo hacia parte del sarcasmo. Peter m

.

léfono suena sin cesar. Me levanto enojada y busco mi teléfono por toda la habitación, de inmediato re

m un

re mis manos y un número desconocido ilumina la pantalla, lo miro

ray. - mi voz sal

ue frunza el ceño, ella sabe quién soy, pero yo no a el

va york, muchos artistas colaboran con ella para volverse más famosos pero mi

sita? - pre

he visto algunas de tus obras y me sorprendieron verdaderamente y desde unos meses para acá quería colaborar con alguien y cuando vi tus dibujos

ue es Valiere Queen, probablemente ella hubiera dado unos cuantos dólare

e cuadraba mucho, he vendido cuad

segura de que tu recibirás todos los elogios, a

o lo que dices, me agradas chica, te quiero

y acordamos en vernos mañana por l

ir, así que me levanto con pereza

nas que deje ayer, gozo de un hermoso silencio que me proporciona mi departamento, coloco una capsula de café molido en la cafetera y espe

gloria, mojo un poco la dona en el café y la llevo a mi boca. Llámenme rara, pero me encanta hacer e

antes de que se

n Heather Gray? - pregun

llosa con todo este tema de mi identidad, no

unos cuarenta años sin identificación, pero en su teléfono encontramos este contact

pregunto a la mujer del otro lado dela línea, ella se q

Si

nteste y busco las llaves de mi motocicleta, el casco está en un ri

Peter sale de la habitació

para jueg

i hombro, pero soy más ágil y lo esquivo

seph- suelto sin más. Sé que el viene detrás d

esitas

hasta el estacionamiento y veo a mi Ducati cubierta con un trapo negro que la cubre p

secan un poco y se me es necesario lamerme los labios. Puedo ver la cruz roja que tiene Saint Joseph en su cúspide. Me estaciono en la zona de motocicletas, me quito el casco

para decirme que ingresaron a una p

e de Ailene suele hacer ese tipo de trenzas. – acompáñame- hace un ademan con su mano para que la siga y eso hago, cruza

a ahí? - preg

amplia en donde se encontraban camillas y eran dividas por cortinas. La enfermera abre una y dentro se encontraba la señora que me dio la vida, con sus ojos cerrados y con una intravenosa

me daba unas palizas que casi me dejaban inconsciente, y como mi madre siempre pasaba borracha no hacía nada al respecto, a veces escuchaba como tenían relaciones desde la habitación de al lado. Yo no debería estar aquí, ellos nunca hic

la, he recibido mensaje de mis amigos y ninguno los he contestado, porque

igo con sarcasmo, estoy cien por ciento se

bajito que me costó esc

al Saint Joseph porque mi madre había ingresa

diato, sé que estoy siendo muy dura, p

esto- habla con un poco más de fuerza.

bre con delicadeza. - aquí tengo los exámenes toxicológicos. – saca un papel y lo desdobla para leer re

de Amanda si

ge su mirada a Amanda y luego a mí. - estoy perdiendo

la cabeza y vuelve a di

a en su cuerpo, pero aparte notificaro

siento ninguna clase de pena por ella, de

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