Penurias
lor con t
tú, se
hoy, yo
h-ay, ¡cóm
, ¡cómo
*
le
azón y el amargor de la dec
o. ¿En qué estaba pensando cuando se interesó en él? Era obvio que Franco nunca se fijaría en una cosa rara como ella, más
y este se agachara para ayudar a su amiga, quien se había arrodillado y trataba de
s muñecas y la arrastró al baño. Ella, perdida en su dolor e impresión, se dejó llevar b
do derretido sobre la piel mestiza, entonces Fran
ocultaba la mirada de él, quien la escudri
oso, aunque la reacción de ell
a—. Solo me dio un
siste así. ¿Acaso estás celosa? Lo que
a novia. Nunca me hablaste de ella ni la vi en este lu
cionado y le quitó l
zo un sonidill
con que me guste Joel? —
rostro y se c
n problema con q
espondió
sta que te guste él y
es tu pr
sta invadir su espacio personal. Ella, en cambio, lo miraba confundid
—Erika entró al baño, pero él l
alió de allí con prisa, toma
o de que ella es solo una ami
A propósito, ¿qué
tu novia! Me incumbe que me pongas los cuernos
dejaste de ser mi novia desde que dec
tiempo, no t
empo para qué? Eres o no eres mi
cho me escribiste diciéndome que me
n ahora, no me sien
ngo que me has co
amiga, esto no tiene
sa que me cambiaras por esa...
hica dulce que no juega con
no fuese así no le hubieras dicho que soy tu novia. Ya, Franco, dejemos de pelearnos y recuperemos el tie
llo con los brazos y
*
aba por encima del bullicio del mall, ma
aba por encima del bullicio del mall, ma
da hasta el límite, dejó salir toda la ira que mantuvo retenida por el año escolar
zable? Es que un esperpento como yo no se merece a un chico como tú o como Franco, quizás no me merezco nada. ¿Es
el. Silbidos y risas se escucharon alrededor de el
tomate, se separó de él a la fuer
la boca con asco y salió corriendo de
acero. Ella detuvo su corrida cuando se encontró lejos del mall y miró al cielo. Hizo una mueca porque
ol estaba tan p
ería y las ganas de volver allí e insultar a Franco hasta e
aminaban cerca de ella la miraron como si fuera un
lo y, contrario a lo que pensó cuando vio el cielo nublado, ser m
, así que se evitó el interrogatorio. En su cama, Daniela lloraba por su pri
imer amor frustrado, un primer beso ro
*
ana des
odo el tiempo —inquirió Zarai mientras sacaba sus ropas del
ables de Franco. Y él no es tu
e me comieras con yuca. Te faltó el kétchup, ¿
e todas formas, no le va a importar. —Los ojos
—Zarai dejó de separar la
ranco me gusta mucho
—Su hermana empezó a
onrisa de victoria en su hermana se fue dif
a? Es decir, de seguro lo viste por ahí con una her
su novia. Eso hace que s
l rec
poco quería hacerlo porque fue un evento muy vergonzoso para ella. No obstante, conocía demasiado a su hermana y sabía que no la deja
*
as des
chica culpable de su desequilibrio emocional entrar. Su cabello rizado le caía rebelde a los lados del rostro y le cubría parte de sus brazos
y Daniela se acercó al mostrad
la mirada al piso—. Dani, iba a pasar por tu casa mañana porque debo aclararte algunas cosas. —Le
lbuceó ella co
con los chicos y el entrenador, de
tiene que ver co
e devolvió el gesto y Franco sintió que el corazón le saldría del pech
l mejor amigo que he tenido en toda mi vida. Gracias por hacer que los últimos meses del bachillera
Y no tienes que agradecerme por eso, para
sonrió s
conocerte, espero que
e te
manera? Me haces senti
ó y le acaric
ación está mal y quizás me arrepienta toda una vida por faltar a la moral yasión de ella. Fue cuando sintió que sus labios eran apretados por los de Daniela, que vino
lo. Sintió ganas de corromperla un poco, así que abrió la boca y la besó de una mane
ela se separaron con rapidez y gran espanto. La tensión y vergüenza los hizo hablar de forma mecánica, mas la clienta que acab
ón a Daniela, quien había tomado una distancia ridícula
se momento entró un grupo de personas que requerían
ntes con prisa y manos temblorosas, pero la mayoría de ellos estaban
última mirada al lugar que tanto había visitado para ver a su primer amor y sal
on tristeza y doslágrimas