El regreso de Wendy Martí

te ve pasar pone unos ojos de perrito hambriento que has

o que aún se siente mal por haberse casado con Viridiana, o

de ganas por estar entre sus brazos, por abrazarlo y be

to cuando lo veo y te dan ganas de acariciarme la cabeza para consolarme mientras yo mue

que estas que te mueres por él, se te nota, cuando está presente eres más amable y sonri

engo por qué cambiar por nadie y mucho menos mi mane

femenina, más tierna, más dulce, no puedes negar que te

r yo la que dé el primer paso, no sólo no estaría bien,

mal, se derretiría la abogada

s que soy la a

pierdes detalle de cualquier cosa que estes haciendo, entonces sí, aunque Germán, se encuen

do darme el lujo de pasar por alto cualquier detalle, no me lo pe

, con ella sí que me siento diferente, tierna, dulce, amorosa

s todo un amor… en fin… ¿

y me voy a la mía… mañana te presentas temprano en la o

? Me encanta la forma en que cocina tu mamá y, además, me tra

y después vas a querer quedarte a dormir en el sillón porq

muy bien, además no le estorbo a nadie y me queda más sencillo

tás convirtiendo en

, no lo niegues… yo creo que

gada en la que dices que me transformo, a ver si opina

ue correr y ni hablar… te

il en ocasiones que la conmovía, estaba segura que no se sentía a gusto en su casa y que

del carro, se encaminaron a la puerta del edificio y Wendy iba a abrir la puerta, cuando de pront

Martí? —dijo una vo

sieron alertas esperando cualquier cosa, poco a poco fueron viendo a aquel hombre, de unos 50 añ

el, pese a la oscuridad de la calle se veía transparente, y sus ropas parecían de

tí… ¿en qué puedo servirle? —

el hombre que parecía que de un momento a otro se iba

con genuina sorpresa, sin de

endo… eso es lo que digo… —

tiendan y después dar parte a la policía para que se inicie

ado en ellos y no voy a comenzar ahora que estoy por terminar, necesito que me escuche para qu

, pero, venga en mi casa habl

bre a caminar hacia el interior, cuando llegaron al departame

illas del comedor, muy atenta a todo, no quería perderse u

so de leche tibia, p

los recién llegados, sorprendida por el estado de aque

i hija? —pensaba Dolores, al tiempo que ingresaba a la cocin

esión y su domicilio particular? —dijo el hombre de pr

nos hayamos conocido

tirme mal, fui al médico y me internaron por tres días, en lo que me hacían algunos est