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Los Demonios de Hades

Capítulo 3 Un juego sin reglas

Palabras:2425    |    Actualizado en: 02/09/2022

es

ño a

que solo había visto una vez en mi vida, ni siquiera podía definir exactamente qu

ro ahora estaba en la puerta de un Pub, sola, esperando que aquella co

no lo hizo. Eso me debería haber desalentado. Sin embargo allí estaba, esperando para dejar mi abrigo, apretando con fuerza la te

s, bailamos y me reí como nunca antes lo había hecho con ningún hombre. Nunca nadie me escuchó o me vio como él. No me mirab

n más allá, quería todo. Me importaba poco que fuese un caballero, porque su cercanía bastaba para sentir esas cosquillas en el estómag

sonriéndome de una forma tan bonita que me entraron ganas de llorar.

frutando de su cercanía, concentrándome en la tibieza que desprendía su piel, esperando ese contacto que tanto ansiaba. No pasó, se limitó a dejarme un beso suave en

a mie

e para obtener su rechazo. Entonces Popys me dijo lo que ocurría, Andrew estaba enamorado de mi hermana o

do por ella. Era extraño, porque había crecido escuchando lo guapa que era, lo perfecta que era mi

como esas muñecas de bronceado perfecto que d

sus amigos. Yo debía hacerme faciales, comer ensaladas y no atreverme a descuidar una manicura perfecta. Todo el tie

cil, me recordaban que invertían mucho en mí, porque papá siempre se estaba metiendo en líos, por lo q

la parte superior del estante, vacía y sola observand

me enseñaban a caminar con la espalda erguida, a tener la son

tencia a personas sin recursos que solo los ricos podían recibir, cuanto esperaba salvar vidas haciendo justicia. Hablaba con tanta pasión agitando los brazos, saltándose cada norma que dictaba la etiqueta sin culpa, que me parecí

e había mirad

ba distraída, pero nunca nadie me había mirado como él lo hacía cuando ella hablaba. De hecho ni siquiera me escuchaban cuando hablaba.

, pero nunca para ser vista realmente, ni menos oída. Porque Allesia nunca tenía nada interesante que decir,

chistes por muy malos que fuesen. Fue el único que no me hizo sentir

a algo realmente y por eso estaba allí esa noche, en una ciudad que no conocía, esperando que aquello

e lista me vi tan bien como siempre. Era común para mí despertar miradas de hombres y mujeres, pero eso no me hacía sentir segura, todo lo contrario. Comer un trozo

ntraban constantemente

mi hermana y yo estaba orillándolo como también hice en el pasado con Gregor que tambié

que alguien me amase, rota, incapaz de discernir cual

o y una camisa color marfil, que se ajustaba perfectamente a sus fuertes brazos, se había quitado la corbata, abriendo el primer botón para parecer c

más me gustaba de él, era sus ojos, puede que fuese que el color gris azulado me recordaba al cielo en invierno, con pequeñas motas negras y doradas rodea

jo por completo cuando mis ojos lo recorrieron. Puede que fuese mi mirada ardiente o la fuerza impetuosa de mis

aban bailando, entre ellos un chico rubio, bastante guapo

ente, con cautela esper

, mientras observaba a Andrew erguirse j

de inmediato. Me fije en que tenía una sonri

vieses perdida o buscando a alguien. -"Perdida", me había descripto perfectamente. - En fin, les dije a mis amigos que vendría a echarte una mano, ellos estaban seguros de que ni s

la mano y la tomó pa

anos como si estuviese intentando entrar en mi mente. -También te gustaría pasar una

pero estaba buscando a un

ecesitas un guía para conocer la ciudad. -Sus labios casi rozaban mi oreja y miré de sosl

me fue a

llorar. -Debo irme, muchas gracias por todo, pero tengo que irme. -Alguien que pasaba por detrás me empuj

o izquierda, mientras que con su mano derecha me quitaba el cabello de la cara

por detrás, ni siquiera tuve que darme la vuelta para saber de quién eran esas manos fuertes que me apretaban pos

ta Bianco? -Ronroneo a

cerca me hizo trastabillar nuevamente, por lo que

ntra el mío. -Estoy bien, es solo que quiero que bailes conmigo. Te estaba b

y todo se volvió borroso a mi alrededor. La músic

de mi columna. Me quedé muy quieta, cerré los ojos disfrutando del toque de las yemas de sus dedos sobre la piel desnuda de mi espald

sosteniendo la respiración cuand

temblar cuando se detuvo, ni siquiera po

uien forzara las cosas, necesitaba guardar algo de mi dignidad, dejar de ser el tapete de cada hom

spalda y sus dedos moviendo mi cabello con suavidad hasta dejar mi cuello descubierto. Sus lab

por mis muslos, tomando el borde del vestido para subirlo un poco, solo un poc

curva de mi cuello. -Ahora no estoy seguro de poder detenerme. -Contuve el aliento, sintiendo como la sangre hervía en mi i

liva, su erección chocó contra mi espalda y lo sent

, donde yo quiera...-Dije en un hilo de voz antes de

ulgar para trazar la curva de mi labio, mientr

e perdería completamente en el camino, si es que eso

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1 Capítulo 1 Prefacio 2 Capítulo 2 Serás la que olvide por los dos 3 Capítulo 3 Un juego sin reglas 4 Capítulo 4 Un juego sin reglas (Parte dos)5 Capítulo 5 La noche que decidí partir 6 Capítulo 6 No lo dejemos al azar 7 Capítulo 7 Andrew, ya no existe 8 Capítulo 8 Muy cerca del inframundo9 Capítulo 9 Tártaro 10 Capítulo 10 Las entrañas del Tártaro 11 Capítulo 11 Acorralados 12 Capítulo 12 Atrapada (Parte uno) 13 Capítulo 13 Atrapada (Parte dos) 14 Capítulo 14 Déjame Protegerte 15 Capítulo 15 Nunca fui el bueno 16 Capítulo 16 Hacia la boca del lobo 17 Capítulo 17 Caminos separados 18 Capítulo 18 Directo a la trampa 19 Capítulo 19 Furia Infernal20 Capítulo 20 El rapto de Perséfone 21 Capítulo 21 Hades y Perséfone 22 Capítulo 22 La Bestia 23 Capítulo 23 Vender el alma 24 Capítulo 24 Jugando con fuego 25 Capítulo 25 Saltan chispas 26 Capítulo 26 Todos los demonios están aquí (parte uno)27 Capítulo 27 Todos los demonios, están aquí (parte dos) 28 Capítulo 28 Incorrecto29 Capítulo 29 Adentrándose en la oscuridad30 Capítulo 30 El rescate 31 Capítulo 31 Sangre de mi sangre (Parte uno)32 Capítulo 32 Sangre de mi sangre (Parte dos) 33 Capítulo 33 Déjame jugar contigo 34 Capítulo 34 La Tradición 35 Capítulo 35 El lobo y el cordero 36 Capítulo 36 La simetría del dolor y el placer 37 Capítulo 37 Soy tu amo 38 Capítulo 38 La oscuridad que te rodea (Parte uno) 39 Capítulo 39 Bajo tu piel 40 Capítulo 40 La oscuridad que te rodea (parte dos) 41 Capítulo 41 Tentar a un pecador42 Capítulo 42 Castigo. Obediencia. Placer. ¿Amor 43 Capítulo 43 La última línea 44 Capítulo 44 Carne de Cañón 45 Capítulo 45 Bienvenido a casa...