El deseo del millonario
ew York, Est
eó una que otro documento que tenía en sus manos, un par de televisores frente a él que estaban empotrad
de su rutina de ejercicio en el gimnasio privado, el teléfono inalámbrico que estaba sob
y estaba muy alterada, no lo pensó dos ve
nea apenas podía hablar. Emiliano lanzó los documentos
hombros se tensaron. -Se ha ido...ya no late su corazón..
hermanos- se escuchó a lo lejos más llanto de su madre. -Arráncate
- ¡Ryan! -llamó a toda prisa, el hombre en traje de marca ital
z? -Ryan notó que su
vuelo de emergencia, un auto y un equipo de seguridad de alta confianza esperando en el aeropuerto de la ciudad de Guadalajara, necesito salir en cinco minutos, cancela tod
rsonal de Emiliano, tenía cinco años trabajando para él y solo lo que su jefe quería que supiera de su vida, él
*
al de Guadalajara Migu
o por cinco hombres de seguridad privada, ya en el interior, dejó caer su cab
ienda "El patrón" con solo dieciocho años recién cumplidos, ese día se había peleado con sus dos hermanos, le habían reventado el labio y una ceja, recordó el sabor metálico de la sangre en su boca y el dolor del labio roto, la ira que albergaba en su interior cada vez que sus dos hermanos, Sebastian –
reguntó al hombre al volante, sus
, depende del tráfico, pero me asegurar d
mo la vegetación cubría gran parte del lugar resaltando su belleza. Recordó también cuando de niño corría por sus amplios pasillos, había una gran cocina con rica comida y la cual era su escondite favorito en el que sus hermanos tenían prohibido entrar para golpearlo. Su habitación tenía una gran chimenea y una tina grande, recordó sus juguetes flotando en el agua llena de burbujas. Le encantaba explorar la antigua capilla donde acomodaba sus soldados de plástico e
la puerta abierta del lado de Emiliano de
d y se puso sus lentes de sol al bajar. -Terminem