MIRANDA BUSCA NOVIO

ba en la sala, sentada en la vieja sill

to —dijo Joshua,

la intención —explicó Selena

evitó

la gente —se quejó la chica, que esa

ul sin mangas. Sobre los hombros llevaba un c

quite el enojo? —preguntó Cameron e

dió cortante, fría.

preocupación y cariño—, ya no queremos verte

on conmoverla. Se cruzó de brazos para evitar que el senti

su so

orta Gusta

vorcio no has vuelto a salir con nadie y si se te acerc

—. Por eso no te conseguimos un solo pretendiente

sentimiento de dignidad herida —. ¿Cómo es que no con

se in

risa, que halagó su ego femenino. Se acomodó un rizo sobre el hombro para escuchar las siguientes palabras—,

s ojos echaron chispas. Puso las manos

e de malo

ron callados. Miranda lev

atrevió a abrir la boca—,

nos mirarlos o saludarlos —agregó Selena—. Dicen que te sientes la diva de California, porque simplemente llegas y

ueca. Apoyó el cue

señaló con el índice tembloroso, extendiendo el brazo muy molesta—, son una bola de idiotas que no tiene ni la menor idea d

nto y Ted entró con el ro

r fin vendí la cas

on yendo a felicitarlo ruidosamente.

guntó ocultando una sospecha, tem

. ¡Roman Watson! —. Respondió

a idea—. ¿No me vayas a decir que se trata de

or? —rep

sumiendo una pose de fisicocult

había visto en algún lado! Pero como su nombre real no me ayudó a identificarlo, ahor

Ted sin comprender la relación

¡Y ella lo conoce! —apuntó e

nocido y mira que yo era aficio

les mixtas —se burló de la chica—, aparecía en televisión y ¿acaso ya olvidaste cuando fuimos

sonrió

as estás dic

a los miembros de mi género no repetiré,

r cierto deportista que primero conoció como luchador y después como peleador de artes marciales mixtas. Al menos, algo vergon

a este payaso y ¡te pr

ños perdió la cabellera y dejó de usar ese maquillaje y los pu

ba con aquel enorme ejemplar masculino que la hacía suya en sus más degenerados fantasías sexuales. En algún lugar guarda

ró la g

sintiendo que se

an Watson —le

hando? — preg

estle of América). Cayó de una escalera de tres metros y se lastimó la espalda. Es un milagro que haya vuelto a caminar

erdad no te creo

oincidió con

nsistió Miranda sintiendo