LA MUJER CISNE
de la compañía de manera amigable de Josué estaba al mismo tiempo incomoda porque sabía que le molestaría a su novio y como invocación al dirigirse a donde estaban los caballos del abuelo de Marian se
advertida de a
toma está muy fuerte el calor, ella sonrió y dijo muchas gracias en verdad me estaba deshidratando jajaja, ahí se encontraban los sobrinos de Josué unos jóvenes y otros adolescentes casi de la edad de Mar
Marian, y dijo he estado esperando poder platicar a solas contigo, tomando las manos de ella -dijo- en verdad me gustas, ¿podrías darme la oportunidad de ser tu novio? Casémonos te hare muy feliz; Marian sorprendida pues no esperaba una declaración así, bajo la mirada por un momento llevándose las manos al pecho, luego suspiro y regresando su mirada a Josué le respondió; sabes eres guapo y muy virtuoso, pero en realidad m
conmigo y no me estoy casando todavía, tengo cosas que hacer todavía. Esperen me confunden dijo la Sra. Gela al momento entraba la Sra.
lo. Pero espere... dijo Marian mirando al mismo tiempo a Josué quien sonreía triunfante y por segunda ocasión siendo interrumpida ahora por su madre, ¿Cómo es que has aceptado, tu padre
ndola del brazo le dijo cariño, no te molestes conmigo, sé que le íbamos a decir juntos a tus padres, pe
cimos a tu padre Mario. La Sra. Gela asintió y dijo a Marian es cierto vete acostar mañana le
nrisa diciéndole que descanses, ten lindos sueños, lo que la puso más furiosa al ver
¡oh no! ¿Qué le diré a Manuel?, ¿Cómo voy a explicarle esto? No. Mañana tendré que desenmascarar la mentira de Jos
aba sus dientes lo único en su mente era lo que tenía
y trabajador tenía maravillado a sus futuros suegros. Y ahora que hago, tendré que esperar que este Josué para decirle a mis padres, de lo contrario si no lo espero creerán que lo niego porque estamos enojados. - se decía para sí misma Marian; ese día entre actividades familiares, asados y juegos entre primos se pasó el tiempo rapidísimo y Josu