Mi mundo eres tu

, un pan de Dios y mirenme, soy jodidamente irresistible

o un poco y suspiro aún con los ojos cerrados, no recuerdo cuando fue la última vez que sentí mi cama tan cómoda, mis sabanas huelen a perfume Dior, se siente tan bien... ¡Esperen! Yo no uso Dior, y menos si es de hombre, rápidamente abro los ojos y observo todo a mi alrededor, no estoy en mi habitación y esta no es mi cama. __Donde estoy... -Susurro en shock y me levanto de la cama despacio. Por lo menos no me violaron ni nada, me siento perfecta ¡Gracias por escuchar mis súplicas Dios!

os me voy a desmayar. Tiene una voz tan varo

-Exclamó asombrada. El se sienta

Tu tienes una voz preciosa Itzitery. -Menciona

n, oye tengo mucho que hacer en la tierra, deje muchas cosas inconclusas ¿Podría regresar? Es muy bonito y todo estar aquí en el ci

y terminas en la habitación de un hombre guapo y en paños menores menos. __Mi Reina no estás muerta, solo estas confundida, me parece que l

gunto en un hilo de voz y se levanta

se que todo esto te confunde y que apenas estas asimilando todo pero te prometo que no te traje para hacerte daño. Te traje porque en cuanto te ví me de

no fue la mejor manera de presentarte ante mi. -La voz se me quiebra y unas cuantas lágrimas se deslizan por mis mejillas. Por Di

mos que no soy un hombre que se puede presentar en todos lados

y me llevas a mi departamento. En serio no estoy para estos juegos. -Mencionó seria y limpio mi rostro con mis m

enamorado y no pienso permitir que me dejes. Tu eres mía, eres mi mujer chaparrita. -Susurra despacio y junta su frente con

ante lo que dice. Ruggero Pasquarelli el mafioso número 1 y el más buscado de toda Italia sigue haciendo de las suyas. Abro mi boca asustada y lo miro, el se mantiene tranquilo pero aprieta sus puños. __Ay no puede ser. -Jadeo asustada y no me queda más remedio que correr hasta la puerta para escapar pero el me

me acuesta en medio de la cama. Pone mis manos a cada lado de mi cabeza, mi pecho sube y baja rápid

ato de respirar normalmente. El niega y s

erte y que me conozcas, lo menos que quiero es hacerte daño. Yo solo quiero sentir lo que es la felicidad, quiero sentirme amado por ti, que seas mi amor, mi vida, La Rei

edo asegurar que no diré nada, no le contaré a nadie que estuve aquí contigo pero por fav

u eres mi mujer y no pienso permitir que te vayas, de ahora en adelante esta será tu

za no soy tu mujer ni nada que se le parezca entiendelo! -Grito llorando. El cierra los ojos

esentare a mis hermanos y cuñados, puedes hacer lo que quieras aquí en la casa, eres la dueña de todo, pídeme

de ti! ¡Me quiero ir! -Gri