LA MUÑECA DE LA MAFIA 1

ome de la cama y tomo asiento en u

sentado aún en la cama. Mirándome

te me i

regunto cortante mirándome en el espejo y dejando m

nde, en mí

lo miro nervio

tiempo —habla no muy co

e la nada entra un hombre sin tocar, lo miro mal p

lo miro. Y el muy descarado me

e mirar a mi mujer

a cama y se pon

cuando ve la mirada ases

ra mal y me mira a mí, y lo vuelv

s? —Pregunta

o diciendo ¿¡Que m

ndo mira así me da miedo. Siento la mirada de Brayiam como diciendo vete, antes de que me lo diga yo me giro, v

l nuevo idiota — ¿Te puedo pedir algo? —Pregunto. El me mira fijamente y asient

. —Claro muñeca, pídeme lo que quieras. —Me acaricia la mejilla, quiero que se aleje pero no soy capaz de hacerlo. Está al frente mío y es tan alto, yo mido 1,73

ada, alza mi mentón, me mira y sus ojos penetrantes

aro. —Afirma, yo lo miro y le sonrío —Dime muñeca. —Son l

staba en estas fachas y me vio de esa manera. —Me analiza con la mirada y yo lo miro a los ojos y él también me mira a mí. —Yo sé que es tu casa, tus reglas y todo, pero no me gustan esas cosas —acaricia mi cara y mi mira con esos ojos tan penetrantes

—Susurra roncame

miro a los ojos fijamente, en el

mi cabello y respira profundo, me siento tan incómoda, se pone derecho y me mira y yo a él.

a más de nota. Yo no lo voy a esperar ¿Qué tal que quiera sexo conmigo? ¡De qu

*

camisa y le pego, sangra un poco. —Más te vale que no l

nojado —Si usted nun

a las otras zorras. Y ya lo sabes te mato

va a volver a pasar. —s

ira tranquilo. —No lo va a volver a h

y me siento hablar con el perro de nego

*

rviosa. Veo que sale sin camisa y con unos pantalones de pijama y se acuesta a mi lado. Me mira y cierro los ojos, es un hombre muy apuesto, puede tener la mujer que quiera ¿Porque y

ando lentamente. —Estas aquí, digo esperanzada, dejo que me toque y sonrío, me gusta, me

o con esos ojos tan penetrantes color gris. —Mi nombre es Brayiam Grosbfiab qu

gunto apenada y

nombre BRA-YI-AM. —habla molesto y me empuja, ca

lgo disparada al baño y me doy una ducha larga, quiero aclarar mi mente, eso quiero. Tener la cabeza fría y tratar de hacer la situación lo más llevadera posible los días que pase aquí. Eso haré, hay que ponerle la mejor cara a la peor situación. Salgo y miró el armario, veo un v

én? —p

r? —es la voz

la señora de anoche. —Buenos días. ——Digo amabl

a —me dice dulceme

me dicen así, bueno mi

— ¿Le ayudo? —toma un cepillo y comienza a peinarme. Es usted muy bella. —me asegura

el señor? —Le pregunto mirándola a través del espejo

, es muy bueno, ayuda a las personas. —Yo la miro no muy convencida.

pregunto mirándola a

a señora, como su mujer —yo suspiro, al pensar

nocí, la primera impresión que me dio, es que no es de ninguna mujer, porque su corazón no

hay algo de usted que a él le gusta, usted le pone feliz. —Usted podría enamorarse de él, es un hombre m

o y traicionado. Mi corazón es de él, y mira, por ir en busca del amor terminé aquí. Mi familia me odia, mi padre que es mi todo, me o

o puede haber nada. ¿Sabe porque? —Me giro y la miro —usted es

miro convenc

era ¿Usted regresarí

mente enamorado de mí. Yo lo dejé todo por él y el solo quiso llegar a mi padre a través de mí. Así que no, no puedo perd

Me mira —Ya está lista. El señor l

me mira y le veo dos moretones en la cara, solo espero que Brayiam no

go algo nerviosa,

iódico y me mira otra vez, yo espero que me invita

esayuno a Brayiam, lo atiende mu

ñora —habla serio y so

ndome con la mirada y se nota que le gusta B

habla de mala gana

preguntar la servidumbr

me pregunta y lo miro

go levantándome de la mesa

haces!? —Escucho s

. No estoy dispuesta a que él