LA MUÑECA DE LA MAFIA 1
Somer
!? Miro hacia bajo una vez más y escucho pasos, rápidamente entro en la habitación, abre la puerta y corro a acostarme e
sí -le traigo algo de comer -dice maternalmente mostrándome una b
o es más grande y no puedo aceptar la ayuda y la caridad de nadie, cuanto desearía no tener tanta hambre, pero
a enfermar -en su voz se siente la
e me deje ir -le digo. -Él tiene a su María. -Yo siempre cuento contigo María -graba el desayuno -ella le coqueteaba. Y se sonreían. Solo piensa en lo horroroso que es tenerme aquí
¿Sí? -Suspir
no
e ha querido algo con el patrón, pero el no, o por lo menos nada serio. Usted es la señora de esta casa
empezar de cero sin todo este infierno - respiro ho
a. La miro mal - ¿Cómo puedes decir ese tipo
el? ¿Cómo puede estar de
o problemas. -Me mira con tristez
e la espalda- y llévate esa com
largar de aquí, Brayiam está loco si cree que voy a aceptar este mundo, esta vida. Respiro hondo, acomodo mi vesti
*
m Gros
rcia niega con algo de temor a mi reacción. ¡Ma
mbre. Me pidió que hablara con usted y la dejara ir... -No termina de hablar al ver mi cara de enojo. -Es una estú
para tranquilizarla, Marcia ya es una señor
en así mismo se comportara ella y deje de estar sonriéndole a María. -
rápidamente miro... mir
stá ahí coqueteándole y sonriéndole -habla con molestia y no puedo evitar r
. -Así que dijist
as. -Dijo uno de mis hombres
ajo ¿Qué piensa hacer? ¿No estará intentando matarse? No, ella no es así. Primero me mata antes de matarse, me río al pensar esa estupidez ¿Qué piensa hacer? La observo, está muy pensativa y triste ¿Acaso es estúpida al no ver qué mi propuesta es lo mejor que va a tener en la vida? Paso las manos por mí cabeza, está mujer me saca de quicio, pero su belleza lo vale, con ese vestido se
lta, me asustó al ver que se lanza. Abro bien los ojos al observar que cae de pie, hasta atleta nos salió esta muñeca. Mira a la cámara y saca su dedo del medio y
anto...Sonrío maliciosamente, me encanta cuando me retan. Ya no la veo, se ha alejado, veo como le coquetea a
hombres detrás, soy un caz
a el segundo anillo de seguridad. Cuando Michel ve el auto s
*
Somer
engo escapatoria, estoy rodeada de diez hombres armados, me apuntan y respiro a
ada y eso le molesta más, me agarra fuerte del brazo, trato de soltarme pero me sujeta con más fuerza. -Te
s ojos, puedo ver que está furioso. ¡Me va a
me quejo -vas a ver el resul
la frente a la fuerza y lo
-Veo que todos asienten y se dirige al hombre con el que yo estaba coqueteando hace
Veo miedo en sus ojos. Brayiam está enfermó, es un asesin
ciendo que retroceda, trata de tocar mi rostro y retrocedo más, su c
tranquilidad terrorífica, el hombre asiente tragando en seco.
siento que el corazón se me sale del pecho. -Me dejé llevar, es una mujer muy hermosa -me ob
ectamente lo que va a pasar, aunque no lo quiero acepta
lla y suplica por su vida, Brayiam camina
mi culpa, yo le coqueteaba para que me dejara ir. -Me mira a los ojos y niega. -Entonces mátame
y se torna muy fría -Su muerte la vas a llevar en t
plico con ojos cristalizados, casi l
, ahora verás otra parte de mí
a a sangré fría. No puedo mirar. Arrebató una vida así co
gro reaccionar, siento como me sacude de los hombros y lo miro. -Respira. -estoy viendo el cadáver, mientras mis lágrimas caen. -Respira. -No puedo hacerlo y siento un dolor en mi pecho al no poder hacerlo. - ¡Respira! -Grita y respir
o y temblando. -Eres un asesin
ruo, eso siempre depende de ti. -
bimos en el auto y él no me quita los ojos de encima
n asesino