Mi eterno amor de verano

aun así no estaba preocupada por la hora. Se puso todas sus pulseras nuev

epara esta

era extraño. Patricio increíblemente no le preguntó si le había dado el mensaje a Adrián, como siempre lo

la atención, ya que todos estaban a

eces a la habitación. - dijo Patricio en vo

el? preguntó c

ido... ¿Te metiste e

a r

a, Patricio? Soy demasiado hetero

un investigado

e . Después de algunas miradas de desaprobació

en que salí de clase ayer. - Dijo ell

los dos inmediatamente dejaron de hablar. Empezó a toma

e mi mensa

realmente sintiéndose apenada, porque en ese momento

ue siempre se te olvida, ¿no? N

te ya no lo so

on incredulidad. – ¿Ha

voz alta, olvidando

s en el brazo para que se

é que ustedes

viera más importante que la clase,

o, Patricio. Esto solo me concierne a mí y ahora me

a la única forma en que podía detener el asunto. Pero pronto M

perderías, Bruna. Solo era cue

e algo como una forma de defensa o que la afectara de alguna manera, pero lo pensó mejor y pensó que no debería hacer eso allí, durante la clase

an a hablar de otras cosas. El profesor asintió, mirando a Bruna. Pronto entró el elegante hombre, vestido con traj

ti, Bruna

scritorios de sus colegas más cercanos, otros en

dijo ella cas

o. Confieso que en muchos años en esta profesión nunca había entr

ella se quedó allí, confundida, temblando, con el

er su confusión,

a, Bruna, para que podamos averigua

pero sabía quién había enviado todas esas flores. Miró a Catita, para asegurarse de que su rival estaba observando tod

rla con mi broma. Pero en medio de la posibilidad de estar sin ti, me vino una certeza:

ri

odos confundid

s dar mi mensaje. - dijo Pa

en recibir una ronda de aplausos por la hermosa forma en que se lo propusieron. Miró a Catita, que también aplaudía sonriendo, lo que la confundió. ¿Por qué se veía feliz? ¿O tendría sufic

e irme, profesor. -

ndo. “Convertiste mi clase en

cuando llegó al final del pasillo, vio a Adrian esperándola, apoyado en la columna. Tenía las manos en los bolsillos de sus vaqueros desteñidos, la camisa por dentro y un poco fuera, calzado informal y el pelo perfectamente peinado con

perdonado

guntas? Siempre

amas t

n ma

ero much

Era muy elegante y hermoso y la vista desde la vent

preguntó. - Yo no tenía que hacer todo eso...

hubiera ahorrado mucho dinero. - B

os ri

él dijo. – Por ti h

iento la mujer más feliz del mundo. Nunc

– Tenía muchas ganas de disculparme, Bruna. Dijo en un ton

sé cuánto lamento mi actitud... Te perdono, por supuesto. No sé si alguna vez podré no per

etes y sus dedos encontraron las cicatrices de su

e quiero

ó los oj

ro. Pero ya sabes cómo me siento al r

odo, toda la pelea había sido por el asunto del matrimonio, cuando él le aseguró que no se casaría

que estaba escrit

enso... Y me manten

e que lo quieras para ti, ¿sabes? Es muy importante par

que más qui

ara mí, Adrian. – dijo con seriedad, y esta vez no era como una amenaza para que él se quedara con ella

des decirme

hemos discutido mucho al respecto durante mucho tiempo. No tengo dudas sobre tu amor por mí, por lo que es a

emente no entiendo tu prisa en todo esto... Somos jóvenes, tenemos tantas cosas por las que vivir

era una certeza res

es de qué tengo miedo, porque yo mismo no sabría la respuesta. Pero estoy dis

uiero que te s

s con este sentimiento

aunque lo amaba mucho, quería que él fuera honesto y la dejara si él no tenía el mismo interés que ella. Quería casarse y formar una familia. Y yo estab

, por

... Y creo que más confundida q

te

eguro de e

duda después de todo lo

osas son una prueb

muchas ganas... Ayúdame a perder este mie

e diciembre. d

ltan menos d

dría ser bastante simple. - aseguró ella . -

emos a principios de dic

o ju

mino de compromiso? Dijo, c

lo abrazó c

No puedo creer que n

mbién t

on la tarde paseando por la ciudad donde estaban, viendo algunos lugares y planea