invasion dimensional
és de tantas parejas y fracasos, al fin lo conseguí, la conocí a ella tan hermosa como inteligente, con un rostro que magnetizo mis ojos, su dulce voz es una bella melodía que hace bailar mi corazón y
ar para asimilar todo lo que me ha acontecido estos últimos meses, pues yo la verdad no me considero bello, no soy millonario, aunque si soy muy afortunado en que ella se fijará en mí, porque no soy propiamente un ganador, simplemente no puedo creer todo lo que me ha sucedido, es que yo me llamo Estiben, soy de una familia de clase media, siempre me gustó la ciencia, me hubiera gustado ser químico o algo así, me deslumbraban las historias de superhéroes donde el protagonista era un científico que se daba poderes y siempre se quedaba con la chica más hermosa; sin embargo,
te viole la cuarentena estricta impuesta por el gobierno como medida para contrarrestar el virus, yo fui a dónd
oducía ese extraño bochorno, no sé si era eso o mis nervios, porque mi plan solo consistía en mostrarle mi descubrimiento al primer mandatario, no reconsi
ropinado una golpiza, llego el jefe militar a interrogarme y según recuerdo esto fue lo que le
eron la vigilia y cayó en un sueño profundo, donde estaba abrazando a su am
que se les acaba su show del supuesto virus, pero les resolverá el problema de las ineficaces vacunas, tal vez conociendo la verdadera causa seremos capaces
muchas manchas de tintas; no parecía un científico como afirmaba ser, además tal vez lo que más le molestó es su ignorancia del ámbito militar, pues
se al palacio presidencial?, ¿Qué lo mo
es más, al investigar su perfil las autoridades pudieron darse de cuenta que no más tenía su educación básica completa, figuraba que había tenido muchos t
n la respiración, miro sus uñas que estaban moradas, se sentía sin aliento, estaba en una crisis de asma producida por el estrés de su situación, ya qu
con el presidente, no quiero que mi descubrimiento se archive o sea inutilizado por la burocracia, por fa
de alegría al ver el estado c
como pretendía entrar como Pedro por su casa y con esos instrumentos tan rimbombantes, la verdad yo ordene su neutralización, pero los soldados prefirieron capturarlo, esa falla me sirvi
os, su sonrisa macabra se agrandaba, se le escapó una carcaj
sufrir un paro respiratorio cuando en la caja no encontró ni su inhalador y ni su celular, empeorando aún más por el comentario sarcástico del teniente pidiéndole q