La dama de Honror

no ayudó. El papel que obtuve en la universidad me ayudó a evitar decir que no por completo. Se quedaron con mi currículum, que estaba p

y fui a encontrarme con mis amigos en nuestro

icia? preguntó Kim. - ¿

o mi bolso y sentándome en un

los zapat

on ampollas de tanto ca

con el decano?

guió un trabajo con el decano,

nas chicas d

. ¿Ch

por un mome

do esa mañana. Para mi sorpresa, Leo estaba f

s que de

a tener que grabarlo. Yo fanfarron

s muy esperan

on él por un trabajo. Obtuve el papel y no tuve

e cuerpo? – preguntó Leo abrazándome

... - C

me m

é a ese imbécil.

n lo correcto

lo así. - dijo León. “Podemos a

¿Y

a para ser un cebo. Y después de lo que había hecho

tinuó León. – Que utilizan

e. Es culpa

ueden ser inteligentes, quien piensa que todo lo que alguien pide puede sacar algo en be

e razón.

s en contra de la monarquía en v

ningún cambio los cuatro, aparte de hablar. Necesitamos ser parte de un grupo

esta gente es un

ntentamos, n

Ana se hizo cargo. Mientras el rey gozó de buena salud,

rrocar a la monarquía y ¿qué han conseguido? Rompe el país y vive en la miseria absoluta. N

Magnus se casará y ocupará el trono

a. - yo dije. - Le encanta ser reina... Quier

ijo kim – A la reina

nos

Chevalier. Creo que incluso me incl

o hablas en ser

e inclinaría ante la mona

s do

erfecto.

absurdo, Kat? – preguntó L

o al Príncipe Magnus. La reina posee toda la atención y el merchandising del reino, sin dar espacio a nadie. El

lle. - dijo kim “Y si lo encontrara, lo agarraría y lo

e de fotos de gente de A y B. Siempre está de noche, en las discotecas más

hace cargo del reino si

us es mejor que D

ca lo he visto en un club o en una foto en una red social

r

os de la reina Ana, no hay manera

ndo el rey Alfredo goberna

n mi padre al re

era serio y al mismo tiempo escuchaba a la gente. Trató de encontrar soluciones que siemp

ue dicen los lib

Ana tenía todo escrito

mos estar contentos con sus comentarios. Me encantaba tenerlo como mi mejor amigo. Y tam

e aquí hasta mañana hablando de cuánto odio a

tu casa. - dijo ki

, amigo.

do Leo cerró la puerta y se paró

a arreglar sin ve

r

vivirás

me di la vuelta y el b

ceptar ser mi nov

tengo tiempo para esto.

mos y nos casamos, no tendr

iero casarme contigo por

des amarme

ié la car

or existir

uerta y me

a mi madre que ese día no había podido conseguir trabajo. Pensé q

í, hija mía. Obtendr

reja feliz. Se respetaban, pero últimamente mi madre le había perdido el respeto por completo después de que él perdió todo lo que teníamos por su adicción al juego. No sé qué los llevó a casarse alguna vez, pero estaba seguro de que no estaban enamorados. Mi pad

ario, cámbialo. Lo importante es es

quien nos mantuvo unidos, a pesar de todas las dificultades. Quería que ella fu