EL SACERDOTE Y LA VIRGEN
a la clase de mañana. Qui
la joven, sirv
miró con des
as a la iglesia, hija
año para preparar la f
n se co
ía su madre que fuera a
estado haciendo pensar c
í? No fue
ente no podr
rás", determ
parar, tengo que corre
e a alguien más, ¿sí?
Pero estoy seguro
ra ello, ¿verdad? e
Aparentemente no había m
madre. Le bastó entonces
ningún interés, po
Lo haré -asintió e
, María Rita estaba ne
de sus ensoñaciones. Ella, sin
si sonaba mal a
pero en ese momento s
ue sola a la iglesia e hiz
as rezando y ella se ac
diéndole que la liberara d
en su mente, llevándola p
e a sup
oz, procedente de una p
o. fue tan hermoso Lleva
tan alto que lo hacía p
isa de vestir y jea
celerado? ¡Contrólate,
e viniera aquí...
una s
a a ayudar con l
Carlos se giró, esperan
. Ella quería decirle
onas. Estar a solas con
na idea, de ni
habitación privada, con
da en la pared para rec
e relig
ganizar las ferias
a necesitar ayuda. Jun
s que vamos a formar una pandi
idad para eso – explic
do en uno d
n mechón de cabello detrá
o sabía que el vecino de al
tuvo ninguna reac
l... era
claró con decisión.
ambién son mis alumnos.
Antonio, ya
ace
un maestro capacitado. ¿
co años. Sola en u
ntó, ponién
rlos su
es estar solo. Fu
ntarme al mundo yo mis
gacha y ella lo mir
ada iglesia a la que
ia", dijo M
a sonrisa sutil
me siento como en casa
dor del lugar. -
ace
levantó, miró su
ue tiempo sufciente p
sobre la mesa, para abanic
strecha y no había muc
a calor y también la descon
ano al corazón y trató
mente no podía quedars
lla siempre había sido un
amino de Dios, ¿y po
ró los ojos, lo que
ara en sus labios sobre l
tirlos tocar los suyos. Y e
o sa
te de espaldas, alcanz
las mejillas rojas. Deb
rda
cias. Ella tomó la co
bi
padre Luís Carlos r
or en el vientre, ese
r otra razón y no que estuv
rgo, no era tonto, sabía qu
allí, aunque lo negara.
a fase de súplica a Dios
que desaparecer
sorbo de su café y trat
blando de la escuela, pero e
osados y carnosos... Hast
on las yemas de los dedos, imagi
Tomó otro sorbo de
recía que cuanto más oraba, peo
so no era bueno. En tod
mantenerse frme, sin pens
de ser fuer
o esperaba encontrar
o que era una mujer h
ue una mujer así tenía en
po lo que era ser un hombre, o
esión. Dedicarse a los
ó, colocando la taza
fascinante, porque te
o a mis hijos -
rie
. Sus palmas estaban s
, tratando de calmarse.
irle que se fuera, escapar
orque quería estar cerca
ba verla sonreír, una
eacciones en su cuer