¿Cásate de nuevo?
durmiendo felizmente en
ubieran golpeado un papel sobre l
ra la mesa de café negra, y un trozo de papel blanco con una e
ta de que estaba en un entor
mados, estaba tumbado en una silla
o despierta, era ahora un embro
nco y negro, y sólo este piso parece tener unos doscientos pies cuadrados, por no hablar d
toc
recordé al hombre
golpeó tres veces seguidas
que son fríos y despiadados. El más leve indicio de ira entre sus cejas le hizo fruncir
de papel blanco hacia mí, sus finos la
firmar los papeles