Ganar la eternidad

erta durante la noche resultó ser más

bían inyectado algo para hacerla dormir, pero había abierto los ojos unas horas después, no tenía manera de calcul

onsciente en ese lugar? No, era muy improbab

uviera alguna cualidad en particular de la que pudiera servirse para asegurar su supervivencia, pero con todo, s

tesco espectáculo del que había decidido formar parte, no tenía idea de donde estaba y no había n

lanco, cuatro camas iguales con sabanas del mismo color, una pequ

a audiencia y era imposible que pudieran acomodarla en el pequeño dormitorio, pero ¿Contaría el edificio con las instalaciones que los humanos necesitaban para sobrevivir al menos el tiempo que

ión que si bien era austera estaba muy lejos de poder c

ierta? Nunca había tenido u

igual que sus compañeras? ¿O ya falt

bre eran insoportables. Ojala que, lo que fuera que estaba por

uando, por quién sabe cuanto tiempo, hasta que se escucharon golp

n 10 minutos pa

autoritario un

arle un vistazo a la habitación, ahora iluminada

lavabo en una de las esquinas

rena de cabello rizado, fue la primera que se aventuró

el camisón blanco que tenía puesto y un par de zapatos deportiv

poniéndose el uni

etarse el cabello en una coleta, hacer su cama y doblar su camisón para dejarlo en el baúl. Sorp

jar su cama hecha cuando

de que no vol

star fueron 10 minutos ex

y formen

la mi

inquieta por lo mucho que esa rutina y las orde

torios y de cada uno de ellos salían grupos ordenados par

por llamarle de una manera, que llevaba un

mente por unas escaleras de madera que c

se detuvieron en un pasillo, con

. Derecha.

espectiva, de modo que queda

contrar a la puert

echo, la habían hecho entrar a una habitación con pup

antes que ella tomaron

ocupado, la puerta se ce

sa parodia de un aula. Le pareció que el

ntando, cada uno por su cuenta, la misma tensión: Las manos sudorosas, los tics, la postura rígida, la respiración agitada, el movimiento de lo

estado pensando? Pero ya era demasiado tarde, ahora

la pantalla se desenrollo, cubriendo parte del pizarrón, y

s padres de sus abuelos, apareció la imagen de una mujer, por decirlo de alguna manera, con piel de nieve inmaculada, ojos

que responder a una pregunta con “Sí” o “No” ¿Debería matar a todos en el salón de enfrente? Si les sirve como pista, no podemos quedarnos sin jugadore

sonrisa aterradora en su rostro que pa