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Ganar la eternidad

Capítulo 2 Velocidad (Alana)

Palabras:1133    |    Actualizado en: 14/04/2022

cayera sobre ellos, un chico con cabello castaño y rizado

sta obvia es “no” ¿cierto? No había ni que pensárselo, no tenía la menor intención de cargar en su consciencia con es

ir por tu cuenta que queremos que mate

reemplazarla con “NO”. ¿Cómo era posible que el resto se quedara senta

ga del uniforme para usarla como borrador, la

ieres que muramos nosotros a que mu

! ¿Por qué responderían que sí a matar a

ades de ganar este maldito juego o porque no van a correr el riesgo de que

¡Es que ni siquiera fingió pensárselo un segundo! ¿De verdad los integrantes del otro equipo respondieron que sí a su muerte con tanta fri

nas con consciencia? ¿Que los dos grupos podría

ir “No” y el riesgo es demasiado alto. Sólo espe

mándola de la mano para

? ¿Van a quedarse cayados y ve

al resto del grupo

venir ¿No? ¿Por qué aceptaste participar si no estabas dispuesta a hacer lo que hiciera falta para sobrevivir? ¿No se te hab

ertes puede

ra que puedas seguir diciéndote a ti mismas que eres una buena persona, así que ve

ó del brazo y tiró de ella con algo más de

en el fondo tiene razón, es muy peligro

lugar, en el mismo tono condescendi

uando menos a decir en voz alta que estaban de acuerdo en asesinar a quince personas inocentes para pasar a la siguiente ronda, pero si hacía escandalo qued

n que habían tomado, o que habían permitido a alguien más tomar que al final era lo mismo, se ha

tos después de que recibieron las instrucciones de esa primera ronda, sonó una campana como la que anunc

negro que los llevaría a través de los pasillos y escaleras viejas hacia el patio, don

en sus rostros para que no aparecieran en sus sueños, la curiosidad le ganó y los vio, tratando de descubrir en su apar

ez de su propia ropa y les habían quitado todas sus pertenencias, sólo había descubierto que todos estaban al rededor de

a que todos llevaban puesta una mascara de seriedad fúnebre, pá

y, al igual que los miembros de su grupo, no se atrevían a ver a nadie a la cara, mucho

pero al llegar al patio a formarse como en las ceremonias de los lunes cuand

emblar, en parte por el frío de la noche que las sencillas

ición y sobre todo de averiguar si h

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