¿Y SI NUESTRO IDIOMA ES EL PLACER?

Lu

a desde que inicié mi

hudo, solo porque me negué, por décima vez, a moverme de oficina. El idiota quiere meterme en un cubículo diminuto al

o que también es un depravado que le mira el trasero a cualquiera que pasa por su lado, hombres o mujeres. El afirmó ser totalmente heterosexual, pero también dijo, y cito, “me gusta admirar las bellezas de la naturaleza”. No re

signori – me despido de los inv

el jefe idiota –

que tiene el hombre como oficina. Mi abuela solía decir que los hombres con posesiones ex

go entrando

derle así a tu jefe –

ñalo el muro frente a su escritorio – Con letras bien gr

– Esa frase irá a mi lista de “Ra

ñor Van Well

ún mi padre, se supone que además de ser mi traductora serías mi maestra de italiano y ha pasado una semana

atada – explico con calma – Es fundamental que primero me empape del ambiente de m

la – Si quieres empaparte de mí ambiente, vendrás esta noche al club del banco. Celebraremos q

na emplead

s la única que no va a asistir y creí que no querrías

igo extrañada por la repentina am

a muy ocupada? – p

que aman socia

us ojos me perforan el alma y me dan escalofríos

escrito – respondo molesta por el sentimiento

a, ignorando la mirada confundida que el

del baño y trato de calmar el ataque

ida. Justo cuando creo que vuelvo a la normalidad, algún recuerdo de

esta tarde y salgo del baño después de secarme

ación de los siguientes once meses de tutorías

�

años

! – grito entran

tándose en mi cama – Deberías irte unas semanas. Tu último añ

ara viajar y alejarme tenga que pedirles

e – Pídele la casa en la Fern

do y luego Pablo se

rés que mis padres me han provocado, tuve su permiso para utilizar su casa en las Islas Galápago

bitual para mí caminar por estas calles, así que conozco bien el camino. Dejo que el conductor se lleve mis maletas en el auto, y yo me voy por las afueras de la ciudad, c

fuertes brazos sujetarme de las piernas y levantarme hasta llegar al borde del muelle. Me logro sentar en la madera y logro ver al grandioso ser humano que acaba de salvar mi vida

auto se atravesó y tuve que girar y cuando me fijé, estaba literalmente yendo haci

está pegado a mi cuerpo, resaltando las partes que mi madre insiste en que esconda hasta que

a casa, por favor

ostro tan amigable y sincero. Es guapo, sí, pero antes de resaltar su fís

quiero arreglar el daño. Estoy aquí una hora y ya lo a

– No te preocupes, puedo llegar s

apenado y asiento – En cualq

e arruinó – ex

ondiendo una sonrisa tímida – Bien, L

spero –

detiene cuando me

o conocert

�

lo es. Ahora estoy más tranquila, saliendo de su consultorio para

acento español que r

dome? – pregunto

afetería favorita está en e

rcado – mient

aste? – pregun

ver que hay.

nta – En fin, irás más

lo cr

or q

go mucha

Tienes que ir. No quiero que quedes como la antisoc

reocupas por mí –

te pones algo lindo y

ie para darme

n – insiste y t

en el ascensor y luego entramos a mi departamento. Siento que esto no terminará

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