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La herencia de un millonario

Capítulo 4 La novia de Roberto

Palabras:1638    |    Actualizado en: 17/03/2022

Abad Ro

amento de Andrea. Cuando abrí la puert

aces aquí? —preg

gunto pensando en que po

s antes, quede con unas amigas, ¿a qué se debe est

amino me quito el saco, me aflojo la corbata y me siento en u

o con

on tus amigas…

como si no me h

l tono de voz en que me habla, fijo mi vista en el

ace una mueca torciendo la boca luego la abre como si estuviera ofendida.

uedo los ojos con fastidio, aún me siento ten

ta a horcajadas sobre mí, me remuevo acomodándome en el asi

tá much

ra tr

rme cuantas veces quiera, se da el lujo de hacerlo. En cambio, Andrea siempre está disponible para mí en todo momento, ella me da lo que necesito sin tantos sentimentalismos. Aprieto mi mandíbula. Dejo el vaso en la mesa lateral. Hundo

go la mirada ida, no puedo dejar de pensar en Lily, pensé que e

amina hacía mí y extiende su celular a la altura de mis narices, veo que es

s noticias en la ciud

as conmigo o ya mínimo que nadie se enteraría, estas arruinando mi reputación soy una figura pública, ¿pero en que

al otro por toda

itaria, sus ojos están rojos del

ie, mi mirada es de pocos ami

—la tomó del bra

que mañana todo

comunicación habidos y por haber en Monterrey y San Pedro —suelto con ironía, aunque esa noticia me beneficio

o el

ienza a llorar y yo ruedo los ojos

do tus padres vean la foto se indignarán al saber que el apell

de hombr

é que te

, no ahora que están a punto de

ntas los chismes

fío. Me maldice interna

ue pisotearé la imagen de tu amante tan

la ba

ías a retarme

bres que desean tenerme en su cama a cambio de complacerme en lo que yo quiera, hombres igual d

ias del espectáculo que suceden en la región. Estoy enojado con Lily pe

nería. Ella me ase

go hacía mi con fuerza. Mis

isieran tenerte en su cama, dime,

o de los hombres más poderosos del estado, eso ha sido gracias a que mi

exo con ella por ahora me es suficiente. No la amo, pero siempre está disponible para mí

ue acabamos de tener, Andrea saca un cigarr

a habitación —le digo, de

quién es la chica con la q

quieres sab

más que conmigo o acaso era una mentira, porque si,

o el

s tus caprichos como para q

equeños círculos con su dedo índice. Al fin deja de molestar, me ducho y me cambio. Cua

—le pregunto

l medio para que en las notas del día de mañana escriban que esa chica desconocida fue ell

una car

spués de conseguirlo ahí si me termin

mal será Lily y no yo, porque yo tengo una relación perfecta a lo

ea Ga

como si nada hubiera pasado, en qué momento se le ocurrió besar a esa mujer enfrente

aburrirá de mí y no me importa, pero por ahora necesito de él, ahora es quien me financia prácticamente todo. Suspiro recordando mis inicios. Antes de ser su novia, era una conductora de relleno más, de las que le dan cinco o diez minutos de aparici

uf

miento a la susodicha. Piensa Andy, piensa, ¿Dónde la has visto ant

ro esta chica también. Me voy al perfil de Ana y comienzo a ver sus estados y fotos, debe haber algún indicio que me diga el nombre de ella. ¡Vualá! Ahí está Lily Caballer

a a la doctorcita sólo para advertirle que se aleje de mi R

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