icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

MI SALVACIÓN

Capítulo 4 C4. PESADILLA

Palabras:4484    |    Actualizado en: 14/03/2022

st

abri

inmediato sentí una punzada de dolor por todo mi cuerpo ¿qué me pasa? Ah... recordé la paliza de ayer, tuve pesadillas con ese idiota toda l

lía cómo sí un camión me hubiese arrollado, tenía que darle crédito a mi cuerpo por haber soportado tanto, mi

r en sí, recordé perfectamente la conversación de ayer, habí

inero para Carol

empre tiene razón, necesitaba el diner

a puerta y seguía dormida... suspire con alivió, bien ahora a pensar un buen discurso para justifi

a en algunas zonas, pude ver pequeños

ropa unicolor, no soy un puto arcoíris, ni siquiera soy simpático por ello nunca me gust

al que estaba, tenía los costados llenos de golpes y un gran c

.. no podía contarle la verdad, eso la dañaría y primero muerto antes q

detrás de mí, lo primero qué vi fue a mi madre sentada en la ca

¿Qué te ha sucedido? ¿

a; sí, sé que eso no me hace menos mentiroso, pero vamos, habrí

oy bien! No tienes de

eso no la

? Austin mira tu rostro y tus

te de la verdad, eso la haría estar

contra uno — intenté bromear y sonreír — Vale, sé que soy irresistible e indestructible pero este brillante chico no pudo con tantos trogloditas — subí y baje mis cejas en su dirección — además, no me quit

, no me

er

, he encontrado un empleó en una pequeña cafetería muy cerca de aquí, pagan muy b

crea, por favor p

ar esta vez sí vas a qué un

u maj

ía sentido, pero fingí y me levante como si nada girándome por impulsó hacía la puerta, tenía cara de dolor e imaginaba que

gracia le cause gracia, así qué de espaldas a ella seguí caminando ajustando mi chaqueta de c

sanar a este moribundo y sexy tipo? Preferible

er, aunque se esté riendo de mí, bien a por esa san

ras más

y esperando algo o a alguien, lo sé es extraño pero es un hábito de Luke qué ahora suelo tener yo) unos minutos más tarde vi una enorme camioneta negra estaci

cesitas para iniciar y aquí está tu material — me tendió una gran bo

¿Qué son, los ositos ca

y asentí una vez, iba a ir

querría darme ese idiota? Me lanzó una caja de aspirinas. — D

iano de mierda comenzó a

paría por mí, no podía ir al hospital hasta pasadas las nueve, así que me dispuse a

, incluso de sus capacidades "supuestamente" sanadoras, esto era más qué críos vendiendo pas

iría de necesitar está porquería? A los pocos minutos tuve una idea del lugar perfecto para algo así, esperé q

n traído más que problemas y traumas a mi vida, las odiaba y ahora,

a ciudad así qué recordé sus actos y los imite, en algo sí tenía razón Ronald y es qué tenía poder, poder de convencimiento, era muy bueno para obtener lo qué quería, en dic

e estas bolsitas, me sentía mal cada qué vendía una... pero recuerdo porque lo hago o más bien por quién y la verdad es que la pena y la culpa eran mucho más soportables. Hice lo mismo con un

e la venta que intentaba hacerles, suspiraron y me tendi

rostro reflejaba mucha más edad de la qué su estatura aparentaba, a simple vista podrías creer que es un cr

hacer, hasta que recordé a lo que había venido, seguro la voz de la venta ya se estaba corriendo y

tas nec

? O quizás ¿miedo? No lo sé, sólo quería vender todo lo

uedo pregu

e supone qué no debo entablar

s hombre? ¿

asentir r

tidad necesito, es mi primera

es

a la noche bajo sus efectos, quizás

dinero y llev

loj y ya c

haciendo la cosa más baja que habría imaginado, en fin. Fui al hospital, vi a mamá, vimos una mala película en mi móvil y luego nos

may

veía cada día mucho más deteriorada, mamá se veía delgada, perdió todo lo que la caracterizaba, ya no la veía reír muy a menudo, vomitaba constantemente, tenía problemas para respirar, siempre estaba cansada y lo peor... su cabello cada día era menos, veía en su al

ecesarias para poder llorar, no lo sé, sólo hacía lo mismo cada día. Vi un par de veces a Ronald pero nada de lo que debía preocuparme; su clan me trataba con respeto, era uno de los mejores dillers que tenían, vendía por montones y no... No me enorgullecía, pero debía hacerlo. Me repetía u

nte al rubio bajo, era uno de mis mejores clientes, cada día aumentaba más la dosis, incluso se

orrespondí ya que lo veía t

hay d

uevo, ¿q

n después de m

e, en

e inmediatamente ne

ro dosis infantiles, qui

lo que s

Va

rió en mi dirección, estaba a punto de

r, mi nombr

a vez y l

tin, ya nos

ió y re

Va

eso se

ué en esos días no volví a ver al chico rubio. Quizás había dejado

sa, estos días su estado no había mejorado... seguía pasando por lo mismo cada día, pero no quería p

se aproximaban muchos de sus cumpleaños, así qué este sería uno de los mejores. Estuve todo el día organizando todo, hoy no fui al hospital, la vería por la mañana, necesitaba tiempo

la? ¿

bil, pero intenté ignorarlo

Hola

qué no estás conmigo ho

or voz de e

s su cumpleaños número 39, tengo entendido que

algo apagada pero fue su primera muest

stin sexy Smith,

párese usted para vivir

stoy l

e contagiosa,

a, ¡te ve

e colgar cuándo

o esp

iempre estaremos

me nudo en la garga

ar el meñique? Quiero comprobar q

o en que lo prometí ca

se me escaparon

amá, esto es i

ternidad m

s noche

s noche

sentir mucho más comprometido con la sorpresa para mam

mayo

30

arlos pero ella amaba verme con ellos y hoy era su día, iba a complacerle esa petición, pase de la corbata pero me veía muy bien, tenía una

entendería y se alegraría, ese es nu

e todo lo necesario para qué ella pudiera estar bien en ese lugar, preparé un picnic, le compre un gran pastel, un ramo de petunias y un bonito vestido amarillo qué la dependienta de la boutique me ayudó a escoger

ad y paz, todos estos días han sido caóticos pero deseo olvidar eso, a

favor, amo esa canción y creó qué no podría ca

use i'

u fee l like a r

se i'

fe el like happi

e i'm

, llegué al hospital y me baje de golpe con el ramo en manos, eran las 7:30 am ya mamá debía estar despier

ctiva, a mis ojos podía verla cómo un puto ángel, aunque su expresión ocultaba parte de esa bonita cara, estaba algo pálida y se veía perdida, parte de su rostro estaba algo magullado, parecían ser golpes que sanaban sin mucha efectividad... no la había v

abitación dónde está Car

? ¿Está

mejillas, tapó su boca con ambas manos, tra

e está m

ño cuarto de baño, mire en esa dirección y

capaz de imaginar, mi madre estaba en el suelo, con sus brazos extendidos a sus costados, un hilo de sangre corrien

ra con mis manos, mamá por favor despi

ISTE JODER, DIJISTE QUÉ NO IBAS A ABANDONARME, tú... Tú dijiste que estaríamos juntos, las maldita

cía en mis brazos, su cuerpo sin vida en mis manos, com

e hacerme esta mierd

a las buenas personas, mamá merecía vivir, habría dado mi vida

día moverme, no podía reaccionar, no podía dejar de mirar a mamá,

salga ahora m

tos más con ella, yo... yo la necesito por favor... Díganme

nlo aho

me solté de su agarre y corrí nuevamente hacia ella, fue inútil, vinieron dos más y me sostuvieron con fuerza, no

a hacerlo. Vi al doctor Drew acercarse a mí, aún los guardias me sostenían por ambos brazos, el doctor

hijo de puta, esa es

sin cesar, pude ver una silueta algo borrosa frente a mí, soltaron mis brazos y me man

en Austin, todo esta

más que intentará ver su rostro, no podía,

más ta

una de mis manos, no tenía mi chaqueta y la camisa de mi traje estaba abierta hasta la mitad ¿qué sucede? Recordé todo en un instante, pude ver escenas de mi madre en el piso, gritos, lágrimas, sangre... mamá. Todo parecía como una pe

cálmate p

on cautela y no

rme maldición ¿dó

parecía triste, se ac

dre falleció

pero sencillamente, no era capaz de aceptar es

No

de calmar las lágrimas

sient

verla?

tor Drew, el oncólogo de mi madre. Pocos minutos después e

oques. Qu

a habitación con varias camillas de hierro, había cuerpos en ellas, con un manto blanco cubriéndolos de pies a cabeza, no

mi madre... la vi, estaba pálida, ya no tenía cabello, el brillo característico de su rostro ya no estaba, no

ayamos al pasillo, te daré a

eron las fuerzas par

r con ella un rato más, yo qui.

sintió y salió d

ré por unos minutos, hasta q

igo, perdóname... perdóname joder, merecías algo mejor qué esta mierda, yo yo... lo siento. No puedo ver una vida sin ti mamá, sencillamente no puedo, perdó

ella, esperaba escuchar su risa, pero sabía qué no llegaría... a

araban de caer, necesitaba aire. Me detuve,

más, me d

Obtenga su bonus en la App

Abrir