Lesedi y Amalia luchando contra el destino
tulo
a Le
esistir mis impulsos y menos cuand
r energía. No sé si lo he conseguido o no, pero a
compañera para mí, además de bonit
ue me estoy enamorand
rrepiento, pero entre los nervios de tenerla c
a me resultó gracioso, estaba lleno de dib
comérmela, bueno quizás si. Lo que menos pude imaginar sucedió, al final se dió la vue
ero fue de película. Nadie se puede imaginar
mejor es esperar, quiero que esté segura de ello, se que sufrió un tr
o voy a a hacer lo mismo, respiro
á en la cama, veo la luz del baño encendida, cierro de nu
apaga, ella sale del baño pero no se mete en la
son las dos de la madrugada, hoy la luna
eva puesto ese pijama, por el contrar
rece brillar bajo la luz de la luna, sus curvas llaman a mi cuerpo. Yo que
sobre sus hombros. Vuelve su cabe
les pasa a las niñas bonitas, cuan
da, paso de ser un caballero, si ella me está pon
cojo en brazos de vuelta a la cama. Mis labios devoran l
e reventar. Intento desabrochar su sostén, de verdad que o
la parece darse cuenta y c
hos para mí, mi boca y mi lengua los recorren, cons
, dibujando círculos, consiguiendo que mi
i, pega su pelvis a la mi
oto, ella frunce el ceño, no he podido controla
humedad es cada vez más notoria. Está pre
si tú quieres lo dejamos aquí
ventana, esta vez ni una ducha de ag
jón y saca uno de la cajita. No hace falta
e para después comenzar con embestidas más rápidas, sus manos están sobre mi trase
co mi boca cerca de su clavícula y clavo mis colmillos, marcando a mi
reanudó mis embestidas, me pierdo en su cuerpo, alcanzó el climax con unos colmillo
no a su lado, ella parece estar agotada. Noto como sus ojos se cierran. La tapo con l
mi cuerpo, lo anudo y cuando estoy a punto
debería haber pensado que esto debería llevar aquí mil años, ni si quiera son mios, mientras estuv
os a tener tanta suerte de mete