Los Vengadores y la Hija de los Doises. (Tercera temporada)
, Planeta Acuarian,
ers/Capitá
et, sin entender que los enfrentara con solo seis
ntigo.- escuchar esa amenaza me molesto grandemente, pues comencé a sentir un
entarme, adelante, pero te advierto de que morirás. Thanos ya debe estar más que molesto por no po
nado y yo uno de sus hijos adoptivos y uno de sus más fieles ge
lverás corriendo a ocultarte bajo el manto de Thanos, ni s
o el ser extraño y lo vi mover una mano, pero nada sucedió, v
pero cuando trataron de llegar a ella, se desato el infierno, pues ambos ejércitos divinos comenzaron a correr contra los Chitaury, yo comenc
anet, pero esta se desvaneció y apareció unos metros más atrás y con un movimiento de sus manos, hizo
manet, este extraño ser no portaba armas de ningún tipo, pero vi que pod
ue el lanzaba contra ella y ella atacándolo con fl
o salían fuertes puntas del mismo material cristalino de los edificios y encerraba al extraño
isparar una flecha de energía tras otra, contra esas serpientes voladoras que los Chitaury llevaron también a Nueva York. Vi caer una y después otra más. Varias
protegió mi espalda cuando un Chitaury estaba por atacarme, la vi caerle encima para d
es de Ahmanet estaban cansados al igual que yo y mi querida Ahmanet se veía agotada, pero aun así realizo un último y poderoso hechizo
ma lenta y no perdía de vista las naves que trataban de huir, solo para moverlas
ían, como consecuencia de esto varias naves más, fueron destruidas. De ellas no quedo abs
net, ella sonreía,
s tan contenta? Esos dos gene
llar, perdieron a muchos soldados, casi a todos en realid
gotada, e
oco cansada, pero aún no hemos t
o con la mano las puertas se abren, dejando salir al
den estar seguros pues dejare los escudos de energía que protegen al planeta; no se preocupen
cudo, como es posible que estemos pr
errotarlos, atraerlos a donde yo deseaba, así la batalla estar
ón que veo; las serpientes voladoras no podían ir a ningún lado, la batalla estaba confinada a esta parte de la isla
ro lado de la Isla ni tampoco las demás islas porque estaba
, Planeta Acuarian,
man
tía agotada y Steve se dio cuanta, creo que el Rey Antiolo también debió notarlo porque envió
y tras terminar los últimos preparativos deci
guaras a los ejércit
s mi señora
bis, sets ja" "Aknatzu deí Seth, sets ja".- di
a nube de arena llego hasta donde me encontraba y así como comenzó se disipo, dejando ver frente a mí, no menos de mil humanoides muy parecidos a Anubis, todos armados con Chakranes, las mismas armas de Anubis; segundos después cientos de rayos comienzan a pegar en el suelo de la explanada, mientra
ando su lealtad a mí, llevando una rodilla al suelo e inclinando la cabeza. Anubis fue a
e la vida, señora de la muerte y guardiana del infini
as horas correrá la sa
que pueda llegarme a pasar, él aun no comprende el alcanza de mi p
ién, debía darle serenidad a Steve, pues el sí podría salir herido si se d
neta brillaba con cada impacto, así que abrí una pequeña brecha en el escudo de energía que protegía el plane
tocar tierra, algunas se dedicaron a disparar contra la ciudad, pero no lograban
la ayuda de Loki, sino en varias batallas más durante el último año, a Thanos deben qued
sión que había levantado, cuando los invasores estaban a unos cincuenta metros de nosotros, los ligres, las panteras y hasta las
ompieron t
drían a donde yo deseaba.- Le respondo tan tra
s Chitaury se detuvieron y me observaron, esperando solo unos s
asta que uno de los hijos adoptivos de Thanos, el telepata, no recuerdo su nombre y no me importa a decir verdad, s
.- veo como Steve reacciona ante la amenaza, pues comenzó a sentir un odio muy pro
entarme, adelante, pero te advierto de que morirás. Thanos ya debe estar más que molesto por no po
nado y yo uno de sus hijos adoptivos y uno de sus más fieles ge
lverás corriendo a ocultarte bajo el manto de Thanos, ni s
telepata y lo vi mover una mano, pero nada sucedió pues levante
divinos comenzaron a correr contra los Chitaury, vi a Steve comenzar a pelear con los Chitaury que trataban de acercarse a mí, mientras yo comenzaba a pelear con el telepata de cabellos grises, este enjuto ser piensa que puede derr
earme, pero me desvanezco y reaparezco unos metros más atrás y con un movimiento de mis manos, hice
s y yo redireccionándolos y enviándolos contra el telepata, sabía que Steve me observaba, creo que es momento de que vea el alcance de mi poder y es por eso qu
s un ser muy latoso. Y con un fuerte movimiento con las manos del suelo comenzaron a salir fuertes y grandes puntas del mismo ma
a esas serpientes voladoras que los Chitaury llevaron también a Nueva York. Hice caer una y después otra. Varias de esas serpientes volado
Steve cuando un Chitaury estaba por atacarle por la espalda, la vi caerle encima para de
ardianes estaban cansados al igual que mi amado Steve y yo aun cuando estaba agotada, realice un último y poderoso hechizo, al v
o perdía de vista las naves que trataban de huir, solo para moverlas rápida
para ir a golpear a las naves que huían, como consecuencia de esto varias naves más, fueron destruidas. De
volvía hacia mí, yo le son
s tan contenta? Esos dos gene
llar, perdieron a muchos soldados, casi a todos en realid
gotada, e
oco cansada, pero aún no hemos t
la mano las puertas se abren, dejando salir al rey
den estar seguros pues dejare los escudos de energía que protegen al planeta; no se preocupen
cudo, como es posible que estemos pr
e derrotarlos, atraerlos a donde yo deseaba, así la batalla
ucción que veo; las serpientes voladoras no podían ir a ningún lado, la batalla estaba confinada a esta parte de
o lado de la Isla ni tampoco las demás islas porque estaban