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El clube de Los canallas

Capítulo 5 “¿A qué accediste ”

Palabras:4211    |    Actualizado en: 16/02/2022

ar m

una manta”, tra

¡Por supuesto, es

lavó en esa mirada e

ue sucediera

la casa con mucho láud

grande que la mayoría de

uena dosis. ¡Y te l

ambién mi

lada no me atr

itó su e

! Me estaba yend

Temple no podía permitir qu

rsonas dañinas n

poco de tu ira, pero no

con

me hablas así. Necesito

e nosotros drogó a

sus mejillas. ¿

arece improbable que q

o, Su

a de llamarlo así. Odiab

por su espalda, recordá

ue no pudiste tenerlo, aunque era

esto, él no lo sabía en ese m

fue un shock. El no sabí

ue podría ser un asesino.

extendió por Temple, esparc

fue su combustible, pero en

amargura de la venganza en

a e

é suc

tiendo", abrió los

tefawn. En la víspera d

as?”, preguntó

. Así que no, en rea

entado recordar. Reproduj

beza. Recordó el whisky

No pude evocar una car

mosas curvas y una risa qu

os. Nadie podría

que estab

lvió a sus mejillas. ¡Él sa

estaba borracho y nunca h

supuesto que estaba con él.

notando que Mara se puso ríg

a pu

ienda su trampa, ante

un cobarde... ¿n

o pudo evitar notar los

que traicionaban su

aloj

alda. Se dio cuenta de que Mar

. Pero en ese momento, a

nos: uñas cortas y limpias;

lo sufcientemente brillante como par

mpoco le gustaba ha

cuánto

muc

emente cuand

po suf

e a los ojos, una mirada

o sufciente

e me inca

mple se dio cuenta de que estab

, deseando estar en

dades de tus oponentes. Al

extraña casa, en esa extr

cosas no fuer

quién era yo?” Por al

rtan

r una vez, había si

respond

zo. ¿Qué había hecho enton

ace tantos años? Maldición .

iría. Y también sabía que

e fuerza. Y seguro que no

a era suyo. Templ

ero ya que regresaste, tu er

sabrá la verdad

gradecida que el momento en qu

he lejana hasta el presente. El

stante en que el presente se me

ómo lidiar con ese ho

z que lo viste. Apartó el

al tema

para negociar?" Fingiendo

orio y se sentó. “Hoy voy

que esté dispuesto a olvid

se

e realmente pensaste

ía que e

ibió esa carta cien v

Durante años. Y

rápido, sin embargo. Creo qu

sto. Ni la facilidad ni la ve

ta a pesar de que ya

, ¿qué es

ngan

ara ocultar lo nerviosa que

desfle conmigo por las cal

rán y

interesante". Entonces él s

sí cien veces en su

todo Londres. Aunque no cub

taba sor

o ento

laje. Y

cudió su

e acep

rica heredera

nas era tolerada en la socied

ristocracia. A todo lo que te

co. Podía ser muy rica, pero

te para

tarán mi

ra. Sabes, soy un duqu

son del agrado de los ancian

bienvenidos”. Templo se

s eran más aliento que s

uesta de su propio cuello pa

téngalas allí. Y tú eres mío

har esas palabras. Cuando sien

te y ame

ería exact

ente lo q

e puso

ré tu a

osición de hacer demanda

ofrecido

stro arder po

quieres,

bros y Mara lo odi

cerca de mí mientras du

to sab

ue

e solo d

sufciente para que ella sintie

i detrimento sin duda te h

sar toda esta experiencia

evantó la cara para encontra

e, en otro tiempo, en o

llas y presionar sus labios c

cerca de besar a ese hombre. No es

ra se mord

deseas a

comentó casualmente. "C

ada, desde el momento en

tación. Estaba arruinada a

tenía una casa llena de ch

echo. Y tal vez ella se lo mere

e y el refugio seguro que ha

ño

ndré que irme

cho esto an

era una belleza, ¿no? M

espo

do, sus ojos se agrandaron

ue había subestimado su fuer

na cond

salió de la nada. Dile

s. Ella encontró su mirada.

de los chicos. Dile lo que

ra ceder a ninguna de sus

ón. Desaparecí una vez. P

largo momento, el tono de am

a con irritación. Con alg

la. Ella lo moldeó con la hab

sino de carne

raré. Y no será para

da de ira y sinceridad. N

aba en riesgo, al igual que t

igro. Mara entro a esa bata

ría a los niños, la casa y

ezó los hombros y

o a una puta, entonces m

Ella lo vio, un golpe que

aba. Cuando él no tomó repres

pl

forma en que preguntas. voy

ue decidas revelarme al m

cuando lo ha

euda de tu

ue yo

evantó ligeramente en una med

ue, en otro lugar, en otro t

rlo sonreír. Pero en es

u esfuerzo", s

es asunt

amor fraternal? Sus ojos se

osa que lo mantuviera ale

speradamente

nga

elear con él", bromeó,

e. "¿Tienes miedo de

esionado, pero no

fui su

a so

te super

palabras, luego la mir

forma en que se abrieron un

l impulso de so

s de haberm

gó con l

rte. Ese es el objet

ne

ra. bajo Ahí es

biendo que lo irritaría. E

avergüenza adm

cientes narcóticos pa

, tal vez. Pero no un to

Señor. Necesito recordar

onzado cuan

lvió oscura y seria de nue

Lo sufcientemente cerca pa

fuerza, cicatrices y tendo

ara. Y cuando susurró

escuchó, las palabras enviaro

oy un

oca para responder, pero no

de que

rta. Lowe, te animo a que

r que pagarm

e acuerdo?” preguntó Temp

er

o nada que perder

en

empre hay algo que perd

trarí

no podía correr. No sin antes

erar el dinero que Kit per

ar de que parecía le

es huir”, susurró, “pero t

e te va a

e acuerdo. Ella quería gritar

bl

jer a la que le pago par

beza: brazos y piernas enre

s negros, y más músculos de l

eguro, Sra. Lowe

re ellos, y Mara tardó un

nta de que Temple había acc

rdición. Su vida. Tu futuro. P

nterrumpido por la pro

mos esta

ulo c

e qué le pasó a Napole

e agitó dentro del pequeño p

ara Niños. Daniel esp

Mur

a sofocante satisfacción

e del em

uería saber qué suced

ensó por

ngton llorando y sol

gó con l

salió bie

a trinchera fran

unció lo

gió otra mano que apunta

eró las opcione

pie, que se puso verde

a so

no estoy seguro de

ien

emido colectivo resonó en la

a hora de historia ese dí

golpe y Alice apareció en la

to, Sra.

el libro qu

¿S

la cerró y luego la volvió a ab

señ

o. Mara miró el reloj en l

este día, solo podía conclui

iba a decir. Tan pronto co

recer de la habitación mientra

e aún no estaba lista para dec

ser Mara Lowe. Quería segui

e la nada, ahora institutr

una meta. La Sra. MacIntyre t

a. Mara no tenía nada.

erse, para llevarla a travé

Para luego enfrentar al homb

ar sus vidas. Cuando llegó a

estud

i y

la garganta y e

quiero saber qué l

ctivo cuando cerró la pu

decir nada en el camino

ón de la joven sirvienta; no e

ersación con el corazón pa

ajo. Juez, jurado y verdug

do que nunca huiría de su pa

fut

a ofcina donde habían h

ocurrió que ese espacio de do

e inspiraba excitación o

o de que, en ese momento,

; El templo fue francamente ho

de latir con fuerza en su pec

que podía manejar dadas la

enfrentar al hombr

aste c

ró la puerta

haces

mano se

en tu cabeza cuando te

ella, encontrándose con él en

e nunca vendrías aquí.

bol

ado durante los últimos doc

ugar donde pudier

nunca le diríamos a es

sto debajo de

un nomb

n nombre

uno q

ar en ello como un templo. G

o lo había conocido cuando

e nunca lo había llamado frío. Li

nca frío. nunca enoja

rizos ya despeinados, que e

en él. Dos años más joven, s

enalina y lleno de planes. Y

it recoja los pedazo

ron cartas en secreto durante a

cIntyre, la viuda propieta

rente. Más frío. Más difíci

iviera. Del hombre con el q

su dinero. Notó los hom

uciedad en sus normalmente inmacu

ió su problema. Su pr

e su

uipo

amaras así", esp

ic

e todo lo qu

a buscar a este hombre.

vantó la

lama así po

se haya ganado el apodo d

e a él d

siado

repentinamente irritada. "N

ene todas sus cartas en la man

r el

mpre los chicos”, resp

los más importantes. Er

a. Pero no valía la

piste que

rró los ojo

ota? Le pago buen diner

dat

de mi? ¿O

ue Asesino y

al ver que su herman

sito tu p

o que sí. Sie

se había enfrentado a más demonio

misma. Y volvió al

pió. Reformulado. “Christo

Ella vaciló, no muy segura

tó de nuevo. "Lo

dos por el pelo una vez más

rtur

no lo sé? ¡P

voz y ella inmediatame

só. Mara miró hacia la pue

No le i

e lo sé! Perdí tod

adre a Mara, que lo reunió tod

esto no fue nada comparad

orfanato. Cada centavo que

l banco protegería estos recurs

nía prueba de su matrimonio o de

ue hacer los depósitos. Tu

unque deseaba no estarlo. Au

r al hermano menor, que er

abía convertido. Sin

vivir a su sombra”,

sin saberlo, puso a todo

l siempre quería más. Siempre

iente, más inteligente. Qu

onsiguió ningun

r sonrió co

todo esto desde su lugar e

pcio

ó la cabeza

o es nues

no la mir

nada de esto hubiera sucedido

perdido. Levantó su largo br

s viviendo entre niños a

ado. "¿Por qué f

eño de nue

eticente. A Chris

nsistió. Ella sintió la

trac

rees que

á ago

fuera así

mostraría. Y devol

s palabras, y por un mome

o que los hombres desesperado

evuelven

de los pronombr

ro no es

fue mínima”

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