El hechizo de tu sangre

Vex, Prov. de Sant

ntrato permanente en el lugar. Estaba contenta, había logrado conseguir un trabajo

o en una inmobiliaria para que se ocupen de ella. Cuando tuviera esa plata se iba a comprar un departamento chico y lo otro lo iba a invert

Ya podía recordar lo que le había sucedido sin llorar y si en algún momen

cosas raras que pasaban”, que había empezado a tener sueños intensos

que un murciélago golpeaba su ventana, pero tampoco era nada; claro que con el viento descomunal que había ahí l

s, a Gaspard eso no le importaba. Al recordar lo dura que sonaba su voz el día que él reprendiera a Alba y a Ra

as, había tenido miedo de tener que irse al terminar el contrato, pero no fue

n su dormitorio cuando el teléfono fijo sonó; era Lola preguntando si quer

, con cocinas, mesadas, hornos, freidoras y otros artefactos colocados en t

lugar cargando un termo con una pava (tetera) enorme. Se acercó y ella le hizo una sonrisa tratando de no distraerse de su tarea, e

ás? - pregu

para rendir unas un

llo unas marcas raras moradas, como dos pu

enés en

ándose. - Es de Rafa -

no se veía como un ch

uedo tener una amiga, si no vist

Y A

se quiere ni ella… - dijo hab

Gaspard o Raphael y cuando se dejaba ver era para que Raphael la llevara a algún lugar… Aho

e parec

alguien las escuchara. - ¿Me

Da

sándole el apunte - vos anda

había acostumbrado a estas mateadas, al aire fresco

excepción de una campera negra, larga y gruesa con capucha que er

que había venido con sus consortes, con su propio guía turístico y su traductor, a

no estaba disponible en ese momento. Por lo que la nuev

a su vez trataba hacerle entender que no podía ver al dueño del complejo ahora; hablando en un perfe

ntar hacerlo comprender inf

es muy

responder por un momento,

ro no puede ver al

migo, yo pago o

yo no

ijo y la agarr

quiso zafar,

ard hizo que el hombre la soltara inmediatament

retirarte Cami - le dijo y luego sigu

nsó dos veces, y se apuró

Gaspard para aparecer en el momento justo. Era

erda de tener que decirle que ya sabía todo lo que pasaba entre él y Andre. Lo peor es que ni siquiera intentó negarlo, ni le preguntó cómo se enteró, sólo dijo “no queríamos lastimarte”. Segura

no alcanzó a responder p

ue no me molesten. ¿Está bien? - Parecía un poco enojado. Y la miraba con el

de manejar la situación; la

a situación - dijo ya con la voz más s

o pa

r molestado, a menos que ocurra otro i

ientras él salí

rle lo que había pasado, porque todos habla

uñeca no más, pero

de vos - le dijo con una sonri

una casual

demás te trata diferente que a todos y vos y yo somos l

r qué p

í, vos l

n tipo así - dijo, pero sonrió al pensar en la idea, y se tiró e

mitorio y en tu oficina siempre hay

… hay en t

s lados, fijate - le

or, y en la oficina también, tal como había dicho Lola. Estaba tan acostumbrada a verlas que no se había dado cuenta n

o y la llevó a un futuro que le parecía imposi

dor y empleada, pero estaba al pendiente de ella siempre, y tal como le había dicho Lola, aparecía cada vez que lo necesitaba, pero ¿cómo lo hacía? Una vez

por la ventana, desnudo, y meterse a su cama. A la mañana, lueg