La fuerza de un enamorado
faltando dos días para entregar aquel cartel, Lui y Elva ya estaban dando los últimos toque al dibujo. Mientras se encontraban pintando y dando los
gado de la competencia. Mientras caminaban hacia la clase, donde se encontraba el maestro en ese momento, estaban felices de que estaba terminado aquel t
oír que estaban diciendo rumores sobre Elva y, el cartel que habían hecho, que no había ayudado en nada. Lui, que comenzaba a enojarse, quería decirles todo lo contrario pero, como no quería crear
los dibujos y lo mucho que le había ayudado trabajar con ella. Pero, a pesar de todo lo que decía o intentaba hacer, no logró hacer nada. Al terminar aquel día, después de dar su últ
una de las competencias, estaba dispuesto a aprovechar todo durante la carrera del viernes, que sería mixto. Durante toda la semana, habían hecho grupos para las diferentes competencias. De todos los grupos, solamente pa
cabeza, ella cayó al suelo. Por lo que todos se alarmaron, mientras un maestro se acercó a ver cómo estaba. Después de que la habían revisado y diciendo de que no era nada grave, todos continuaron
e ayer, dejó a su equipo y se fue de ahí. Mientras seguía las diferentes competencias para hacer el desempate, Lui no vio para nada a Elva. Después de un rato,
gua que llevaba en la mochila. Mientras salía, volvió a mirarla. Pero, mientras comenzaba a ver detenidamente, pensó - ¿eh?, ¿por qué no habrá regresado?, ¿acaso es tan interesante ese libro como para quedarse aquí de una vez?. No,
grimas habían hecho que la tinta se corriera. Lui se quedó en silencio mientras que en su mente pensaba - ¿Qué te habrá pasado?, ¿por qué no le dijiste a nadie que te sentías
ui, - sólo venía por un poco de agua y distraerme un poco, ya que se estaba poniendo aburrido allá -, Elva, - ¿aburrido? -, Lui, - sí. Al no haber nadie bueno y, siendo que no estabas ahí, no era divertido -, Elva, - si yo no estoy, no quiere decir que no te puedas divertir -, Lui, - la verdad, es que ni importa nada, si no hay nadie con quien pueda competir y dar lo mejor de mí, no importa nada. Sólo ter
n poco, dijo - crees que con sólo decir eso me harás sentir bien -, Lui, nervioso, contestó - no, no era mi intención decir algo como eso -, Elva, - bueno, ahora ya no puedes retractarte. Yo
. No quería que esto pasara así. Ahora ¿qué voy a hacer?. Si antes estaba lejos, ahora estoy aún más lejos de poder decirle que me gusta. Fui un completo tonto por
a Elva, quien se encontraba como la tercera en los relevos. Ya que en cada equipo había cuatro que competían en los relevos, Lui se encontraba en el último lugar, ya que todos estaban confiando en que él los salvaría si
rno de Elva, Lui muro fijamente como era que ella tomaba aquella barra y, con una gran velocidad, comenzaba a correr. Ella poco a poco comenzaba a alcanzar a cada uno de los que estaban delante de ella. Era imparable. Lui, que estaba completamente sumergido en aquel rostro que demostraba la determinación de Elva. Su cabello se movía de un lado a otro, Lui no entendía si era a causa del viento o por lo rápido que iba. Po
ijeron que no podría participar en lulú a competencia. Lui, que no pudo darse cuenta con qué se había resbalado, no podía pensar en una peor forma de terminar la semana. Todos se acercaron a ver que le había pasado. Lui, mirando que la met
cía terminar culpando se por no poder ganar. Durante ese tiempo, aunque no dejaba notar con facilidad su frustración, parecía poder sonreír y, c
os, ya no se enfocaba en ver si ella lo estaba viendo. Incluso, durante las clases, se olvidaba de ella hasta que la miraba. Como esto fue pasando poco a poco, no se dio cuenta como iba dejando todo como si fuera una simple ilus
decirle aquel día. Ya estando en la última unidad, siendo que faltaba sólo unas pocas semanas para las vacaciones, Lui comenzó a sentir ese deseo de ya no poder esperar las vacaciones, alg
ieran que él estaba escuchando su conversación, no salio de ahí. En eso, una de ellas se paró a mitad de las gradas. La otra, al ver que se había parado su amiga, se detuvo y dijo - te pasa algo -, a lo que le contestó, - no, sólo quería detenerme en este lugar un instante. Bueno, la verdad es que prometo que definitivamente voy a vencer a ese niño algún día y va a que soy la única mejor -, la amiga, - de verdad, cuando te propones algo no paras hasta conseguirlo. Bueno, si dices que lo vas a vencer, debe de ser alguien muy listo como
arrera. Entonces dijo - Ah, con que era ella -, continuó comiendo, aunque sus manos temblaban. En esta ocasión no lo hacían por miedo sino era por todo el enojo que tenía sobre sí mismo. Aunqu
sentó y, sacando un libro, comenzó a leer para poder calmarse un poco y olvidarse de lo que le estaba molestando, aunque en reali
las vacaciones. No sé el por qué pero, aunque no lo entiendo, quiero que todo se termine de una vez y ya no estar viendo a nadie más -. Mientras se encontraba pensando en eso
ntos. Pero, sin darse cuenta de que esto anuales pasado anteriormente sólo que fue de una manera diferente, Elva se acercó a él. Poniendo si mano en el hombro de Lui, dijo
s - será divertido, ¿verdad? -, Lui, hipnotizado por aquella sonrisa y aquellos ojos café, respondió sin ningún esfuerzo - Sí. Tienes razón, ni será divertido. Pero, - reaccionando un poco - ¿Cómo sabes que no estoy del todo bien? -, Elva, - bueno eso es por que somos rivales -, Lui, - ¿rivales? -, Elva, - sí,. Y si mi rival ni está en sus mejores condiciones, no podré decir con alegría que le gané o tuve un gran triunfo -, Lui, un poco decepcionado, dijo - ah~, tienes razón -, Elva, - por eso, no estés tan desanimado. Siendo sincera, no me gusta que estés así de triste. No quiero que sigas así, ya que no sigues siendo él mismo
cía que quisiera quedarse así y que nunca terminara aquel momento. Por un momento como ese, hizo que Lui comenzara a dejar atrás todas sus preocupaciones. Elva, mientras lo abrazaba, dijo - nadie más puede ser tu rival mas que yo. Entendiste, no puedo dejar que estés así, por que sino no podría estar satisfecha cuando te gane -. Lui, al aquellas palabras escuchar, dijo - dime algo. ¿Qué pasará
s de lo que estás en este momento -. Lui, que parecía como hubiera salido de un sueño después de aquel beso, la miró. Sus ojos estaban completamente perdidas en los ojos de Elva, su voz resonaba por toda su cabeza. Cada palabra que ella decía, lo hacía querer decir que no quería ser como su rival sino ser en quien se pudiera apoyar. Pero, al terminar de escuchar la declaración de ella, dijo sin dudar lo - está bien. Te prometo que sólo tú puedes ser ni rival y que no aceptaré a nadie más hasta que te rindas o me ganes. Así que, ya no seguiré así y veras como soy realmente. No dejaré que me gane tan fácilmente, ya de ahora en adelante, yo soy tu rival -. Después