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Mi Dueño.

Capítulo 4 Cap4

Palabras:3789    |    Actualizado en: 14/01/2022

? — le recriminaba cuidadosamente a mi esposo,

stro alrededor, pero yo estaba

la boda en pleno luto, como para explicar

te abruma lo siento

era y solo llevaba u

amos de pareja de baile y mi marido se puso a bail

cariciaba mi espalda mientras bailabamos — pronto te irás de regreso a París y n

implícito en mi comentario, que lo mejor serí

emos porque hace esto, me pone de los nervios— me guió en el baile y a ratos cruzaba miradas con Aaron que no me quitaba ojo — No quiero que te acuestes

a enfadado y preocupado, pero yo estaba segura, de qu

or tierra todas mis esperanzas de alejarlo de lo que estaba por venir e

regañó por estar dando imágen de molestia entre todos,

usco conmigo, no le salí

iro y hasta sonreía el muy imbécil

s horas de salir de allí, de vaciar mi casa de in

ientras mi marido bebía un whisky y yo un cóctel — supongo que mañana te

Así que no lo veo necesario aún. Saldré con ella, me enseñará las empresas y demás propiedades que podamos ver y cuando

dido y prepote

tenían el derecho, aunque no fuera el legal eviden

le dejaba algún punto a su favor. Significaba que estaba bien

por detrás, parándose contra el respaldo de mi silla decorada e

gota que derr

y hasta ella hará lo que yo diga — Aarón se había levantado prepotentemente y has

quí y antes te muelo a golpes. No es de tu pro

nadie aquí se entera — le dijo a mi padre

ido y mi primo, que acabó con ellos golpeándose y rodando

en aquel sitio conocía a Aarón. No había fa

s estaban haciendo mella en mi cordur

estras espaldas y yo no sabía ni dó

ta mí, enfurecido, arregló su traje y se arrancó lo que tenía

o soberanamente peligroso, lucía fuer

lante de todos y por mucho que qui

o o lo otro... Lo hacía por los míos que solo veían en mí bo

o apoyo y sobre todo, esto era como un contrato en exclusividad y de forma permanente

utaba de los nervios me dejé llevar de allí, de

y nadie podía darse cuenta de que estaba siendo obligada a ser s

ongo que algo así, habría sido la justif

imos de allí esquivando todo y a todos y tampoco hubo ramo lanzad

os jardines, sentía como tropezaba con m

nte lejos de la vista de la gente y la prensa y com

e bodas, que supuestamente nos llevaría de luna de miel y tiré la puerta, arrancandome el adorno del pelo

e llorar, pero me contenía, aunque eso

él, pero por dentro estaba rota y s

ío cristal, esperando que me aliviara al menos el d

llevó hasta un hotel de luj

e abrió la puerta, casi haciéndom

él tiraba de mi brazo para sacarme del coche nada más apa

ntre dientes, apoyándose en el techo del coche con un brazo y tirando de mí

lo de vida para él, pero no entendía porqué practicarlo conmigo que era la única

o eso — dije bajito, logrando por fin salir del coche — cuanto antes lo asumas, antes d

r recepción y mostró una identificación qu

ctos actores, sonreímos y nos

ontra la pared y p

había hecho mucho

ta, para que ellos pudieran seguir viviendo del dinero que otros nos es

esdicha no soy yo — solo eso dijo cuando las puertas se abrieron

le grité y gesticulé agradecida de que s

l menos él mantuvo la distancia y

o antes mis ojos y aunque no tenía que acostarme con él, toda esta farsa empezaba a s

, redonda y roja, supe que sería una mujer miserable durante mucho tiempo al lado de este hombr

rme, dando un largo trago, golpeando la superficie del bar c

dome los tacones, dejándolos en el suelo, j

o qui

alabras, termina

estaba haciendo cosas que no quería hacer y q

alabras, termina

estaba haciendo cosas que no quería hacer y q

ra y sentándose sobre el suelo

a una tremenda desdicha, y que sin e

su piel, indicando la fuerza que hacía al aguantar e

triste por lo caót

iba en decadencia y que poco quedaba por salv

caían del rostro y me juré, allí agachada, nunca más volver a

o. Me quité la ropa y me dí una ducha. Larga y caliente ducha. Me lavé el pelo y lo despojé de los brill

tuve una

do con mis conductas rebeldes y una vez, que estuviera agotado

que me produce el sentirme vendida por mi propia sangre, mientras los demás esperan a ver qué tan bu

s y este es el momento de crecerse y tomar l

llí, observando mi cuerpo descaradamente

tampoco es tan difícil manipularlo con un poco de morbo...

ejar de mirar mi anatomía desnuda.

iendo de la ducha, sin cortarme un pelo y caminando comp

pero él no tenía porque saberlo. Encontré unas rojas, con un lacito justo en la entrada de m

miré a los ojos y le respondí — no te confundas Aarón, no me gustas, no me importas, no quiero que caigas en nada porque nada de tí me interesa, solo somos esposos ante la ley y compartimos herencia e intereses, nada más. Muchos desconocidos me han visto así c

do en la punta de su nariz, volví al baño y junto a un bote de

contigo — volvió a decir y se ve

poniendo crema a mi rostro y haciendo circulos por mi piel,

controlarme con tu primo y

ojos perdiendo la calma — ya te lo dije antes, no me importa nada que tenga q

de incomodar y caminó hasta mí, colocó el vaso de

negar que era muy atractivo y que sus manos en mi piel desnuda me sabía a deseos

ca y nos veíamos a los ojos — si te abro las piernas ahora mismo y m

mientras la otra se movía hacia su polla, que se sentía dura, por encima de la

ormimos juntos

ma pero dándon

ucho más porque le pillé la erección cuando ib

stos para salir a las empresas, evitabamos cualquier roce entre los dos, para

o el perro

clavar mis uñas al menor ladrido. Era mi herencia, mi fa

dose y cerrando su traje que le quedaba de muerte, todo negro hasta

esopló y yo sonreí con cuidado y me puse mi chaqueta para salir de allí.

rde revisando propiedades y cuentas y más

ueño negocio, pero sí estaban avisad

onal y dos de los contratistas de la principal sucur

uando alcé la vista y ví a Allan allí, como ignorando el hecho de que estaba con mi marido. Todos ya sabían que me había casado — ¿No me vas a sa

besó la punta de mi nariz, poniendo las manos en mis caderas, gesto que me calmó bastante pues no quería que v

n gusto verte pero como verás mi marido y yo estamos

personal nos ayudó con la situación, poniéndose de pie y le pidió a mi ex que nos dejara

arido hacía fuerza en mis caderas.

como Aarón besaba mis nudillos durante la comida, sin que yo se lo impidiera. Quizás había

, pero no tuve tiempo — dijo uno de nuestros contrati

queremos mejorar el trabajo de las empresas y nombraremos un nuev

ando eso era algo que

acerlo, me preocupaba a quien pondríamos al mando. Además de que aún no encontraba

a avalancha perman

e, me dejó con más cosas en las qu

y que no pedía ninguna otra información personal, por lo que no se sabía nunca quien la usaba, pues mi abuelo confiaba en todos y quería que pudiéramos sacar dinero cuánto quisiéramos de la cuenta. Supongo que

ca abierta y la mirada se

s información sobre el caso de mi abuel

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