Fuego
en la mañana, tenÃa a varias personas por delante asà que entré algo tarde, lo cual
, antes de empezar la sesión interviene él para preguntar por la h
libre y podrá buscar a su hijo, a tiempo, ¡Ahora sÃ, empezamos
a que conocà el dÃa de nuestra primera
eja, por decirlo
nos habÃamos detenido a
urero que se aceleró desde el primer moment
mpo. Otra cosa: Estoy acompañándola porque yo tengo flashbacks de cosas relacionadas con el fuego y las he dibujado, ella vio mis cuadros y tuvo un episodio... Tengo sospechas de que, si eso de las vidas pasadas es
e incluso vivieran juntos, ¿No han compartido en la casa del otro y notado que s
posterior a ello cada quien ha estado por su lado
osigamos al
n, posteriormente busca otra, me acuesto en el diván, el doctor se s
ajan tus pies, todos y cada uno de los dedos de tus pies. Siente entumecerse y despejarse la parte baja de tus piernas- y asÃ, mantuvo el ritmo con cada parte de mi cuerpo hasta finalmente terminar- contaré del diez al uno, mantén el ritmo mientras sientes como te transportas, como en la relajación de trasladas...
enfermedad? Es mi caso, yo tengo una vida muy corriente, muy normal y promedio, no fui separada de mis padres ni vivà un trauma en la infancia, la adolesc
ntaban a que vivà algo traumático en mi
e casa y unos niños corriendo, veo también una silueta con mi rostro y mi cuerpo, pero con una vestimenta
y sonrÃe, se acerca a un hombre... ¡No puede ser, es mi compañero de trabajo! El que llegó y no me agradó. La veo recibirlo con calidez, se toman de las manos
so, él se pone de pie furioso, los veÃa h
xclamo- ¿Qué e
or supuesto que ellos no se darÃa
anzo a atacarlo, ¡Mereces morir! ¿Cómo te atreves a pegarle a una mujer? EspecÃficamente, ¡¿Cómo te atreves a pegarme?! Pero no logré
beza mirándola decepcionado. Ella se va corr
o moverme, quizá cuando me lancé pasó algo y ahora c
sitio, esta vez cambiando de hora, era el mi
en la que la zorra
vida!- Exclamó ella- ¡Me voy a
no con ese pueblerucho! Se lo voy a decir a la madr
blé con ella, el amor siempre g
ba la correa, viendo a su hermana con ojos enojados- ¡Necesita
rrada, pero entonces un
itaria que coincidÃa con ese exclamo- Hijo, su hermana no se va a casar con el conde para sacarte de aquÃ, ¿Por qué no puede ust
jado a s
anaste una batalla, no la guerra, en cuanto el conde se entere va
ompe: No era yo. Era una mujer hermos
vida no nos amamo
se refunfuñando, veo a la monja abraza
no lloréis...- la
onde si se atreve a in
cado, vamos a la capilla par
bien,
ada, mi audición va regresando y escucho el salvaje estruendo de las llamas, veo a mi alrededor, todo era fuego, todo era llamas, empecé a gritar y a buscar una salida pero no la habÃa, pedÃa ayuda pero nadie me oyó, el
ir verme en esa situación, veo al otro lado un hombre desesperado llegando a la escena, lo último que pude distinguir fueron los escombros cae
d pero fácilmente pude distinguir el lugar en el qu
al margen de la situación, poco a poco voy sintiendo el ritmo
ico, parpadeo unas cuantas veces antes de senti
único que pude de
s algo de l
! Incluso reconocà el últim
s recuerdas porque en ese momento estabas ahà y ahora estás aquÃ, consciente. Tengo un
ibido demasiada información hoy, neces
res segundos después de haberlo ma
cariño! Una de las e
or- dicho esto, miro al médico- gracias por su tiempo- V
a y lo sella para posteriormente entregármelo, sin embargo es Victor quie
que si usaba el ascensor volverÃa a vomitar, probablemente
io anteriormente expuesto- tengo bolsas de
scaremos a Victo
ras daba la vuelta para senta
oco a poco los sÃntomas de vómito desaparecieron, técnicamente con la ambientación qu
clásica ropa pobre y vieja entre blanca y beige, él montándola
ón de nosotros,
- Me rÃo a carcaja
en un caballo, riéndonos, hablando y besándonos, asÃ
algo, antes de detenerme a pensar en s
rte igual de hermosa que en aquel entonces- me dijo. El semáforo se puso en rojo, aprovech
antes de volver a besarnos, por pocos segundos también. Al separarnos de forma definitiva
cencia y dulzura que en definitiva eran inigualables, flaco, de baja estatura, de cabello oscuro al igual que sus ojos. Victor se baja del carro para recibirlo, lo carga y lo eleva dándole vue
s de curiosidad se cruzan con los mÃos, su expr
or qué? Al montarse Victor Alejandro, el padre, mira a Victor Andrés
yo estaba en ese mo
queñÃn?- Le pre
luso sonaba con algo de ronquido- no es nada, ¡Papi, cómprame pizz
, tú sab
n esa expresión facial, tragó saliva- ¡DeberÃas ver las n
me mira como si quisiera ahorcarme, por conspirar en su co
do pagarlo, aún asÃ... acepto si Eva viene, ¿Qué dices, Vi
acercarme a Victor si a su hijo no le agrado, lo mejor definitivamente será tomar mi cam
u aceptación- nada de lo que haya pasado en otr
blas, pequeñ
ciendo una pistola con sus dedos y jugando a disparar- Pero ese es un plano, este es o
te abran su corazón y el que se aproveche de eso para herir a estos pequeños des
or mÃ. Te tengo una propuesta: Compramos pizza y comemos en mi casa, tocaré el pian
charla tocando el piano! Aunque...
- Le hice una carrera hace una seman
r?- tanto él como yo nos reÃmos, yo lo hice porque la p
de van las cosas es mi futura no
mos los tres y le muestres a mamá que sà lograste ser feliz
habÃa creado la atmósfera más incómoda que habÃa tenido- la chic
icitamos una pizza para llevar y la esperamos el tiempo que hizo falta mientra
izzas, Victor maneja
ano, le llamaba mucho la atención. Mis manos se quedan congeladas a pocos centÃmetros del piano, hasta que rompo el hielo y empiezo a t
a que tuve en mente, la qu
es buena. Tú, la que está aquà frente a mÃ