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Detrás de un susurro

Capítulo 4 •¿Quién eres •

Palabras:1282    |    Actualizado en: 02/01/2022

ría completamente extraño, además sería demasiado desconsiderado, será que… ¿sus padres se fueron de viaje? Pero si ese era el caso no tendría motivos para llorar, tal vez se muda

a sorpresa, tú normalmente no sales de casa ¿a qué se

a de arte, de resto mantenía en casa, cuando salía mostraba una imagen bastante ruda y antipática, no quería que nadie se acercar

ella ¿tú sabes quién es? ¿De dónde viene? ¿Quiénes son sus padres? ¿Por qué está

algo, ve y pregúntale a ella, te dará una mejor respuesta de su identidad… o… ¿por qué lo preguntas? ¿De casualidad has escuchado algo?— negué

lo cual me recordaba a mi padre, Aidé y yo siempre lo esperábamos aquí, nos contaba acerca de su día y

staba tan perdida que ni siquiera notó que estaba a su espalda, se secaba regularmente las lágrimas y estaba en comple

ome suavemente a ella,

me la espalda rápidamente mi

é hace rato y no has entrado— di

y bien— dijo con suma

ahora, te enfermará

puedo acelerar las cosas, no depende de mí— no pude argumentar nada en respuesta, desde

casa, no tenía ni la más mínima id

L

a dejado de demostrar que mi presencia le molesta, simplemente si pudie

?— preguntó Aidé mirándome fijamen

iferente a mí, si no fuera por ti, ya me habría saca

upa por ti— neg

mo una persona normal— este no era un chico normal, era un apático, no podría llevarme bien con él,

estaurante sola, al parecer estás bastante tensa— Sent

o— dije girandome —ha cer

oscuro, vi la silueta de un hombre algo robusto, al parecer estaba a punto de aprovecharse de una chica, los recuerdos invadieron mi mente, no podía permitirlo, me acerqué en silencio, tomé una de las barras metálicas que habían arrojado a la basura y golpeé su cabeza

la cabeza, extendí mi mano y le ayudé a incorporarse, sus piernas

ijo con su

acompañarte hasta tu casa, quiero asegurarme de que llegues bien

í, y haberme salvado… me siento tan…—

ojos se llenaron de lágrimas —por fortuna, fuiste un casi— ella me miró con un tono de confusión —hay

cosa?— asentí —¿podrías quedarte conmigo esta noche? T

li

s para que el otro pueda cerrar la puerta… Oh, puede que aún estuviera con mi hermana, tal vez vaya a qu

Hey, h

Nunca llamas a es

to si Lía está contigo

en la tarde ¡¿a

que le pudo hab

a distraído y haya per

Ah, es

é, te avisaré s

do entre no haga un escán

legaba, era capaz de destruir todo a su paso. Habían pasado algo así como dos horas c

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