Mi Alfa de Plata
nto que estaba viviendo Valentina... después de mucho tiempo al fin se le cumplía uno de sus tantos deseos, luego de trabajar por
Telluride colorado. La razón por la que su mamá la envió con el hermano de su padre era porque recientemente el papá de Valentina había fallecido cuand
en cuanto tuviera una edad prudente ya que la madre no estaba en condiciones de trabajar. Ademas, el hombre tampoco estaba dispuesto a mantener a la familia c
que sin pensárselo mucho la jovencita renuncio en el trabajo de su tío y allí estaba empacando sus pertenencias para tomar el primer autobús en el que regr
esalta al escuchar la voz del amigo de su
testa sin dar
vas hoy a Telluride, ¿es cier
me marcho
pensaba invitarte a sali
ro estar con
bién es t
Contesta cerrando
a una familia numerosa no le quedó más remedio que acondicionar una habitación que servía como depósito convirtiénd
e su maleta y sa
itarte en a
oy interesada en liarme con ningún
ento lo tendr
no estoy inter
la casa y se subió al mismo. Miro su reloj notando que le quedaba poco tiempo, no quería p
o. Le dice su tío c
pon
que la trataran mal pero ella quería estar con los suyos, demasiados años sin ver a su madre como para querer quedarse en Asheville. Su vida
la pena. Casi estaban en invierno y con ello el pueblo se llenaría de nieve. Y no había otra cos
Ya no volveremos a separarnos, me quedare contigo y co
asta empezar a trabajar. Luego de una rápida parada, la joven se caló un suéter. El frió comenzaba a sentirse y lo que menos deseaba era resfriarse. Volvi
seguramente aguardaba un bosque que escondía muchos secretos, unos que nadie debería de descubrir. Suspiro profundamente mientras miraba su reloj quedaban algunas hora
.
mientras ella no entendía que estaba pasando. De pronto el autobús comenzó a patinar sobre la vía, Valentina se sujetó del asiento del frente cuando t
egura de sí estaba haciéndolo ya que se encontraba en shock por lo que estaba pasando. Cuando fue a darse cuenta el autobús ya no se movía, solo se
pensando que podría estar alucinando y a la vez que no y que serían comidos por los lobos. Sintió temor mientras c
e se lo debía a todos los golpes que había recibido... era probable que estuviera muriendo y lo último que vería sería un hermoso lobo plateado de ojos verdes