Mi dulce Sofía
omprar canchita
o - me pa
- que va
presa - escondiendo l
? - Entre cer
de dos, pusimos las bebidas en los portavaso
nde, el sonido, la nitidez de l
a niña viniendo por primera vez a un cine,
á saliendo, esperamos un poco que salga l
esperar más, me acerco Amanda pongo una mano encima de su mano
los míos un beso, le correspondo a su beso, mis manos van a su cuello, me levanta del asi
uiero separarme de sus labios, pero lo tengo que hacer por la falta de aire, pongo mis m
a y me dice que le gusto y que quiere que sea su enamorada unas lág
illa, las limpios con mi dedo, cuando escucho decir que también le gusto - mi
ro al espejo me saco la peluca y los lentes de contacto, empiezo a llorar, por qu
mi teléfono Alo? Nadie me con
endo Alo , no le digo nada y cuelgo - Voy
esco me viene a recoger me está esperan
.....................
o la corbata, el saco, estoy muy feliz de ser correspondido, empiezo a reco
an linda con su traje, aunque siempre la veo con pant
s despegado desde que me dijo que si, aunque tampoco no nos hemos acostado, cada vez que nuestros besos se vuelven más deseosos, Amanda
......................
lo he dicho a Francesco para no preocuparlo, además se va a de viaje por una semana, lo voy a extrañar mucho. Estoy muy en
Francesco, te voy a extrañar un mont
imera vez que nos separamos, pero con las llamadas no será t
ropuerto cuando suena mi teléfo
creíste que te ha
mpiezo a temblar, miro para todos lados, corro hac
Alo Sofí,
orando - le
e pasa! ¿Sofí
violador) me dijo que creía
mismo a los Ángeles y estará contigo, tranquiliza
tá bien, gra
....................
a llamar a mi man
o - dime
Sofía el maldito de Iván la ha llamado - sé que Leo
é? Ese maldito!
vión y cuando llegues d
Sofía no te preocupes de paso i
legare después, tú sabes que t
e aviso cuando llegue a n
- ese maldito lo voy a matar con mis propias
, no puedes ser otra vez, no! que voy hacer? No quiero seguir hu
ucha, tal vez así s
..............
eles me dirijo al departamen
grito -
- soy Leon
uerta - lo abrazo -
e, me dijo Fabiano qu
ngo mucho miedo Leonardo,