La Mansión
viendo imágenes de mujeres sexualmente vestidas y desvestid
arse los senos, las entrepiernas, pero ella no deja ver su
ser basta
uéstrame tu r
iva. Lo único que logra ver es el tatuaje que atravi
l país de l
xcitantes. Para él, es muy estimulante usar ese tipo de com
entos sexuales. Mas de cinco visitas por días al portal: La mansión
o de los moteles que queda a las afueras de la ciudad. El pago es de cons
Ella debe ser astuta en eso. Ya más de uno ha querido dárs
e agrada aquel lugar, es simple y poco creativo. Ella concuerda en ello. Salen
llo. Habrá buena propina piensa. Mentalmente ya ha
la se desviste, él entra al ba
eña, con una especie de faralao blanco que se amarra en su cuello y cae sobre su pelvis como una especie de delantal. Medias
mente con morbosidad extrema. Saca de su bolsillo uma hoja y se la da,
ES PARA SIEMPRE
blanco c
or el túnel de tus piernas– responde él, mientras se mete entre su
el juego, satisfacer al cliente
él, Daniel desata el lazo que l
tu cabello y tu rostro
iendo sus labios y mostrando su lengua. Él toma la cinta, la do
ta sus caderas. Él toma la cinta y lla hala. Ella mueve sus caderas de lado a lado para provocarlo. Pero él sólo va enredando las cintas en sus
pide con la vo
soltarse. Su fuerza es menor y ya no logra respirar bien. Pronto siente que
e madrugada. Sólo el encargado del hotel