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Más que amantes (eso éramos)

Capítulo 5 La primera cita

Palabras:1128    |    Actualizado en: 09/11/2021

de alisar el cabello, me gustaba más lacio que ondulado como era originalment

tera negra y un choker negro con un

oy exquisita, me encantan los perfumes con ol

sa, a la fiesta de uno de sus hermanos por parte de su padre. Re

in antes de la hora. Sería una locura entrar antes que él. En frente quedaba una librería y aproveche de revisar si había algún li

ía mal. Me aproximé a la mesa. Él halo la silla, me senté y me dio

deseas

za!– re

l mesero. Pidió las d

hermosa c

contesté

ntes que yo– d

nsando “si s

hacer esperar a las personas, ni ta

ezas y dos vasos. Sirvió y se ma

imer encuentro!– dij

ientras chocaban

de los libros de Miguel Ruiz, de Chopra, de Jodorowsky. Amena conversación. Fui al baño a retoc

de lejos, caminé hacia nuestra mes

ar de mirarm

. Pero, har

que me mire

an constantemente– resp

us dedos se entretejieron con los míos, su pulgar

ba. No era muy experta en temas relacionados a la sexualidad ni el sexo. Ni siquiera sabía lo que era un orgasmo. Fernando, el padre de Katrina, había sido mi primer hombre y si había estado con él t

levaría a mí y luego, lo dejaría en su casa. Cuando íbamos saliendo, un chico entraba co

, de sentirlo, de entregarme por completo a e

ores, en todo partido de fútbol para lograr un empate. Él extendió su brazo por detrás de mi cuello, me recosté sobre su pecho. Podía oír sus latidos fuertes

como si aquel beso nos transportará de un lugar a otro, en un abrir y cerrar de ojos, literalmente hablando. Tenía que despedirme y bajar del auto. Le dí un beso de roce de labios. Me bajé y

s habían hecho efecto mientras veníamos en el taxi. A lo lejos Alicia

rta en el tercer intento. Dejé la cartera sobre la mesa de centro de la sala. Tomé un jarrón, le coloqué

ew máster reviviendo cada imagen en la cena: el entrando al restaurante, él tomando mi mano, él dándome la rosa, su sonrisa y él, él y

e madrugada. Me quite la ropa, busqué la carte

ar el chat. Uno

paseando. ¿T

o, era

algo pronto para decirlo, per

que me amaba, pero yo ¿acaso no estaba sintiend

de amar. Sus palabras me hacen sentir segura, como nu

yo, supera cualquier l

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