Querido, Sol: Sáname.
ra en esta casa, las luces son bajas y la músi
r mi sistema, no le doy una tarea fácil teniendo en cuen
el lugar como un halo invisible, a lo mejor hasta se mezcló con el humo que expiden los
arta vez en la noche-, pronto alguien llam
go intenciones de p
y se deja caer en el sofá, de don
be que yo vendré y se pasa toda la noche cuidándome. Los primeros tiempos me pareció irritante, aho
to a ella, aparto a un idiota que la está vio
ómo siempre-, no sé cómo sop
go-, si no te gusta no ten
jarÃa sola, estas c
tilado, lo hice la semana pasada
lastima que siga luchando para que salga del agujero en el que estoy, pero no se pue
na mÃsera agua. El ardor ya no está, mi garganta se hizo tan am
terminarás en u
a, a lo mejor
tá matando, ¿dónde está mi amiga? Yo la quiero a ella, no a está copia ba
ire por la n
dicha por ti, por mamá y por papá. Est
sé que e
eg
sa cuesta. Se golpeó el
Mira a su alrededor- También bailaba con es
umÃ
itaba. Tú no, tú bebés y mald
dad. Sash, deberÃas estar en tu casa, durmiendo como áng
os ojos empañados- ¿Qué no te das cuent
decirle que el único amor que me
o-. Vete a casa y deja de preocu
atÃa, creo que la busca en balde, todos mis sentimientos
o y un mentiroso, no pudieron estar más en lo cierto. A mà el alcohol me hace recordar lo que me prome
mojan la cara mezclándose con el sudor. Lo que antes era diversión ahora
rosa erección me golpea el trasero. Me aparto de un empujón y lo encaro. El blanco del ojo lo tiene ro
ete -e
vertir. -Su asqueroso aliento me da de ll
n paz, de
y le pega a su cuerpo. El olor de axilas mezclado co
l medio» me re
la voz dura. No lo dejo contestar e
a con la voz entrecortada. Le ens
a desde atrás. La ignoro e ingreso a la única habitación que encuentro abierta, la entrada del baño está libre e ingreso sin esperar más, apenas abro la tapa del váter y todo lo que consumà sube por mi
s bilis y luego solo son arcada
comÃa la hamburguesa q
udado. Me quedo sentada en suelo mirando un punto cualquiera, de repente algo gotea
o-, una saco de estiérc
ha a mi altura y aparta el flequillo
es? Siempre es lo mismo, y
o me dejara
? Nada pue
bilis que me quedaba, todo el esófago me ar
re te ve de esta manera te l
ya deberÃa de estar acostumbrada, al igual que todos.
ue no lo aceptes eres i
ojos no me ocultan el matiz de dolor que cruza por su rostro- Ya no
tenemos la
dolor. Quiero que acabe -musito. Sus brazos le envuelven conteniendo los temblores que trae el llanto, hubo un tiempo en el que creà que las l
a casa
edico mirar las luces de la avenida. El cielo está nublado y no deja ver ni una estrella, me alegro por eso,
el auto a la cochera de su casa, me tambaleo al salir del
de huéspedes y caigo rend
uelto un gruñido y me tapo la cara con una almohada, la cabeza me está p
o, me ducho arrebatando de mi piel el sudor, el maquillaje y
e la coloco omitiendo el sostén dado que el que tenÃa está lleno de vómito, luego
a Sasha y a Daniel desayunado mie
udadera -hac
respondo dejándom
érmela, no vaya ser que
piento al instante, un q
para la
án solos porque sus padres están en otro estado por motivos de trabajos, un verdad
rminas con resaca? -le pr
responde ella
ión y termino de desayunar tratado de despejar la me
cina. Sasha debió cuidarlas anoche porque no recuerdo la última vez que las tuve bajo m
mos antes de media noche y que te q
oca en una s
o de la mañana aho
aste llorando como la úl
ás tú si no cierras
manos en s
le digo a Sasha-, y por to
, cuÃ
Detengo mis pasos justo frente al caminillo de piedra que lleva a la entrada, desde aquà se ve mi ventana y justo a lado está el árbol del roble, ese q
lo y lanzo las llaves sob
el paso hacia las escaleras, no quiero saludar a
unta mamá. Suelto una maldició
legar. Estaré e
te directa, no estoy com
ra aquà u
de
es una orden que no puedo simplemente no c
de azul media noche que combina con su piel oscura. Ahà es donde ambas contrastamos, do
vestido con una camisa celeste que se le ajusta a los bÃceps y u
h, ella es m
a en mi dirección. Sus ojos grises se queda
iende la mano cuando lleg