La Profundidad De Su Mirada
i
le toca trabajar? -preguntó Maika, posando su mano e
o ya debe estar por salir.
buscarse una novia, no le haría mal
a los fines de semana, pero por lo menos no está metido en cosas como alcohol o drogas -dije, doblan
mano, besé sus labios efímeramente y la llevé hasta la puerta principal, donde un chico de aspecto cansado nos
s reser
sté-. Me a
¿Necesitan qu
s venido ant
no. Me tomé el atrevimiento de correr su silla para que
re tan ca
a que no te canses de mí y te vayas co
r
en que yo no
Algún día te
imero -dijo, mirándome
res co
ompetencia
canso primero, tú ganas. De mi parte será
e
noche en mi casa? -me observó de manera intensa y juguetona. Puse atención-. Ma
s el labio de
O
amiento, te meteré en el auto y
Me encanta que t
l título, y luego siguió contándome sobre lo que opinaba acerca de los novios de sus amigas. Le presté atención a cada una de sus palabras hasta
, pensativa, y quise saber qué era lo que rondaba por su mente. Seguramente me insultaba por el daño que la causé. Seguramente me estaba odiando y deseando miles de cosas malas. Verla traía mi mundo abajo, estaba a t
y dejarla, quise olvidar todo lo anterior. Sé que es imposible, que los recuerdos llegan
s sin verla y seguía causándome lo mismo. Era como si la voz de mi novia dejara de sonar, e incluso el de todo el restaura
ara, y por las noches durante mucho tiempo lloré antes de quedarme dormido por el dolor que sabía que le causaba. Pero ella no sabía de muchas cosas que estaban pasando en ese entonces, cosas que me daban mucha vergüenza d
dolió tener que apartarme, supe que así era mejor. Estaba ro
e sentó frente a Emma. Allí mi cor
que estaba, pero la pregunta sobre quién era (más bien qué era de ella) rondaba insistentemente en mi cabez
arté de su contacto sin darme cuenta, y eso par
risa y volví a tocarle la mano.
bien, ¿
ro no podía decirle que Emma estaba allí. Maika conocía ese pasado, y conocía e
a, y los celos me consumieron al ver la manera en la que él la tomaba de la mano, del mentón y ambos se observaban y hablaban. ¿Emma estaba enamorada de él? ¿Lo amaba? ¿Lo amaba más de lo que me amó a mí
o y observas la situación por más que te rompa el corazón. Quizá es para ser testigos. Testigos de que eso del pasado se ha acabado por completo. Así estaba yo esta noche. Y quería culparla y odiar a ese chico por hacerme sentir como me sentía. Pero no podía, porque el culpable número uno era yo. Me busqué esta situación solito, y sería egoísta desea
acto me rompió el corazón: el chico besó a Emma en los labios. Fue un beso corto,
ada que reclamar. Pero qu
intercambió unas palabras co
rumpiendo sus palabras. Vi su descon
yo ya estaba de pie y
ombros subían y bajaban irregularmente. Estaba tan enojado que sentía el impulso de golpear con ímpetu el espejo y ver cómo
ndome cuenta de mis pensamientos, pero la escena d
mo se conocieron? ¿Fue poco desp
o en mi garganta. Intenté convencerme de que estaba confundiéndome, de que yo no amaba a Emma, de que Maika era la única en mi vida y que no me importaba una mierda lo q
volvería a darse alguna otra vez en la vida. No iba a ponerme mal por mi ex sabiendo que yo es
sa
sa
sa
esa verte -dijero
s recargado sobre la puerta del bañ
rí el grifo para lavarme las manos. Era él. Er
bien -
a. Ni siqui
a agrad
para mirarlo. Caminé hasta el
ndote y musculoso. Ahora s
e dejaras a Emma para mí. Creo q
bé
o. Era eso o ro
a -dije
ado mirándonos
nt
¿
d? -se cruzó de brazos-. Te diste cuenta de que f
nt
a Emma me sacaba de mis cabales, pero pensar a James
nte a él-. ¿Intentas que esto me du
mirarla -
nt
é, dando un paso
nt
ldita cara -se
nt
nr
sa ni un poco. Me olvidé de ella desde antes de dejarla -contesté con
irar a Emma, no porque no quisiera o porque el estúpido de James me amenazó, si