La Profundidad De Su Mirada
m
para no llegar a convertirnos en amigos. La noche en parte me hacía sentir nostálgica, tenía una sensación rara en el boca del estómago y de repente sentía esas repentinas ganas de llorar, y a eso mi amigo lo notó, pero fue lo sufic
asquerosa, pero me da r
una sonrisa. Tenía los ojos brillosos y me asus
estás po
a sin parpadear, pero no he logrado mucho porque i
os tienes, J
es que tú ere
aburrida -refuté
os? Quien parpade
r
ue es medi
pero ¿qué t
esencia me puso un poco nerviosa, la manera en que me miraba me hacía sentir peque
ebajo de la mesa al darse c
o más? -volvió a hablar el ca
e el camarero me observaba y me daba cosa
lo p
za, porque el precio es exageradamente caro. Pareciera como si lo hicieran con oro o algo así, es la sensación que te da al ver los precios -di mi explic
son
bonitos, ni hab
palmadita a mi espalda-. Yo solo t
puse un po
¿les traigo
as -respon
desean
es nos
rve
go con las cejas levantad
jo y volvió su vista a
l pedido en su l
quería
se encogió
usta la
No puedes decir que no t
Sí probé. Y por eso
uánto la
los ocho, cuando me equivoqué
los
cuenta -negó con la cabeza-. Vo
en
le que no era nada más que una comida amistosa. Papá y mamá se habían vuelto muy sobreprotectores conmigo desde que caí en depresión, y siempre que hablaba con algún chico se asustaban de que algo amoroso sucediera y terminasen rompiéndome el corazón como Aiden había hecho. Pe
go, y nunca se me ha insinuado ni nada por el estilo. Nuestra relación era de pura amistad. Él era mi mejor amigo. Y lo adoraba de esa manera. Mis padres confiaban en James, demostró ser un buen
os de la mano, él la guiaba hasta la mesa indicada mientras la muchacha le contaba alguna que otra cosa que parecía ser divertida. Se sentaron del lado izquierdo del restaurante, a dos mesas de la mía. Sonreí un poco cuando el chico corrió la sill
co se sentó frente a la muchacha y vi su
iles de oraciones que cientos y cientos de noches recité en mi mente regresaban a mi mente. Solía decirme que, si lo veía, lo único que sentiría por Aiden sería asco... Asco por haberse marchado así como así. Y que si lo tenía cerca de mí, le haría saber las centenas de malas palabras que ensayé par
ro nunca pensé que volvería a verlo nuevamente, y mucho menos de la mano de otra guapa chica, mientras yo estaba sentada en una mesa cercana mirando como una
me amaba a mí, que yo era su ancla, su cable a tierra y que no quería perderme jamás, pero aquí estábamos. Él en una cita y yo mirando desde la otra mesa. Las palabras son s
n una sonrisa y otra vez la envidia me pinchaba. Deseaba ser ella, estar en su lugar.
Hastings me recomendó fuera igual de bueno que él. Necesitaba sentirme escuchada, apoyada y que me brindaran soluciones para dejar de sentirme mal
os cenado y una pequeñísima pero existente parte de mí quería quedarse para continuar viéndolos. Además, esta era la primera vez que veía a Aiden
cabeza solo estaba puesta en una sola cosa. Noté de reojo que James me miraba fijamente e intentaba encontrar mi mirada-. Emma -pronunció. Ap
ene? -hice preguntas tontas.
confiado. Me estaba mirando y notaba que algo me pasaba. Además, la manera
olver a llorar por algo qu
, poniendo de todo mi e
mi nombre con fir
Qu
pero no le hice c
bién des
delante, tomó mi mentón