Un Nuevo Comienzo
se sentía sobresaltada, a
deseó no haberlo hecho, ya que un d
tendido a su lado. Incluso en su estado flácido, seguía siendo impresionante e i
rior y en todas las cosas que h
le dolerían, estaban extrañamente doloridas. Pero tan deliciosamente adolorida como se sentía, tenía que salir de este lugar a toda prisa antes de que Liam se despertara, pues lo últi
mesita de noche. Una vez que se puso los anteojos, saltó de la cama, pero tan pronto como sus pies
teo regresivo desde diez. Cuando volvió a abrirlos, la recá
renéticamente de localizar su ropa, sin embargo, su vestido había desaparecido misteriosame
el suelo y se la puso. 'Estoy segura de que no la extrañará', pensó la chica mientras to
una pequeña pila al
ó el resto de la ropa. La chica se estremecía ante el recuerdo de cada
zapatos. Pese a lo delirantemente emocionante que resultó la noche anterior, en est
ca se enfrentó al temor de tener una pequeña charla con los desconocidos, lo cual era algo con lo que normalmente le costaba hacer, y más un día como hoy. El drama y el proceso de t
leve a casa...?", preguntó Dave,
rando el cortés intento de presentación del hombre y recha
r aquí", explicó pacientem
í que, a menos que los residentes dieran su autorización a los guardias de seguridad, nadie
r. Es nuestra tarea llevar a las in
zar a la chica, honestamente sus pa
sentido común que ella y Liam habían tenido anoche, ya que afortunadamente usaron protección. La chica recordaba haber visto los envoltorios brillantes de papel de aluminio en el suelo cuando salió cor
rita.
la vergüenza, le hizo una mueca al mayordomo, pues n
era posible que estuviera comportándose de una forma tan educada y tra
desayunar an
o el desayuno también era parte de la 'Experiencia Liam' antes de hacer la caminat
iormente. Cada vez era más evidente que el chico a menudo llevaba mujeres al azar a su
lo ocurrido, lo único que quería en estos momentos era correr hacia la
erta principal y le mostraba el majestuoso Lexus que e
arse hacia abajo, Eden deseó poder derretirse en los luj
tó Steven, el chófer, al tiempo que cruzaba mira
llevara a cualquier lugar, pues ya no s
, ella se metió a la cama del chico a pesar de que sus amigas le advirtieron que no debía hacerlo, a pesa
cuyas cejas pobladas se f
ar un Uber desde ahí, ya que cuanto menos tuviera que ver con Liam, mejor. Además, no podía permitir