Nuestro Destino

llo mientras saludo a mis compañeros. Frente a la puerta de mi oficina me esper

go de frutas tropicales bien frio como l

jitos, cuéntame ¿está todo listo para la reunión de las 10 am? — bebo un sorbo

que van a apoyar y por su puesto la descripción del cargo por el cual están compitiendo, junto con una breve reseña sobre nuest

n ti eh? — Le digo con ojos de cachorrito, ella sonríe y me hace

provenientes de la UCE, la Universidad Central Experimental, que tendrá una duración de seis meses y tiene co

ciera, y gerencia general. Termino las notificaciones y mis ojos arden un poco por el cansancio, los cierro un momento,

i trabajar me

ba trabajaba, solía olvidarme de todo mientras hacía mis labores, ahora cierro los ojos y ah

z que convoque a los tutores departamentales, a una rápida reu

luación final depende su opinión, causando entusiasmo en unos y fastidio a otros, pero no m

stá a punto de iniciar, se encienden las luces del auditorio, los e

al podio —Mi mo

ver por dónde voy —espero poder alcanzarla— es lo único en que

tante, empiezo a gritarle pero no me responde, me apresuro a

—Ella no reacciona, solo está ahí mi

cia se hace más larga — ¡No te alejes, no te vayas, déjame alcanzarte! —, ya casi lo logro, estoy c

go con voz quebrada en

stá revuelta, debí moverme demasiado mientras dormía — Otra vez, esa pes

tido con puntos, no parece de esta época, esta empapada por la lluvia, su rostro no está claro, solo sé que insisto en a

varla, no quiero escuchar su molesto sonido, pasé una noche de perros y eso se

ombre en la UCE. Hace poco más de un mes que llegué a esta ciudad, hoy es un día importante para la universidad ya que inicia el programa de prácticas profesionales para

mi sueño impidiéndome descansar. Termino de vestirme salgo al comedor preparo un poco de café y s

, si bien tal vez sea solo un sueño, no puedo evitar la sensaci

a” sin embargo, tampoco me cohibido, de disfrutar con las equivocadas. Modestia aparte soy bastante atractivo y

e mi escritorio dejándome ver su perfecto y redondo trasero, que

después de unos minutos

to que llego? No me fije cuando lo hizo— me dice mientras se levanta lentamente, no sin a

oficina. No puedo negar que me encantaría tenerla en cuatro patas sobre mi cama mientras tomo posesión de este trasero que me vuelve loco, pero n

ecibo una llamada de la secretaria del decano quien me informa que la comisión designada por la UCE para asistir a la inaugura

ener tiempo de ajustar algunos pendientes en la oficina. Claro en horas de la tard

una visión la silueta de esa mujer en la oscuridad, los abro rápidamente respiro profundo —No puede ser, ahora hasta des