Romance Viral
enja
sentir sus labios
s ardiente
e rayos
y empoderadas son todas l
ado en mi burbuja he estado que no me habÃa da
joder, esta mujer es de armas tomar. Ella sà que s
e pero dulce, distingo a lo lejos el sabor seco del Martini. Ella es una demonia que se apodera de lo más profundo de mi ser. Ella chup
iero más de ella misma, mis manos toman vida propia, como si mi cerebros les diera una orden silenciosa de la cual yo no estoy enterado; v
dic
un jodido club me hubi
e ellos ofrecen? ¿No se trat
sto en la barra del bar a la desc
e ha corrido un poco, pero al parecer es de esos a prueba de
ue no dej
nción que hace que mis manos busquen más su tacto.
opósito de olvidar que voy a contraer matrimonio al dÃa sigu
e detiene y señala la copa que está a medio tomar. Se la toma de un trago y l
o que l
mento. - dice ell
-Murmuro, mientras camino c
a de la risa detrás de mÃ. A lo mejor está borrach
a no lo sé, ni ta
s ganas tan terribles que me han
hasta la cintura, lo lleva en una cola y al
de un intenso color miel que parecen o
n curso eso vuelve, ya sea arriba para que me mire a los ojos. -Esto es lo que va a suceder, no quiero ni me interesa tener ningún tipo de relación,
edos hasta mi cuello, acariciando mi mandÃbula. -No me interesa ningún tipo de pago, no soy una puta, ni tam
eres? -Le pregunto sin comp
es psi
r asà esta haciendo e
mendo de preguntar
ombre, no quiero saber abs
complacieras en lo
ablos puede esta mujer pedirme que
e saber a
ido? -Me pregunta ella en cambi
bar que me ha tirado su copa de Martini en
camisa para veni
or decÃrmelo. -SonrÃo sarcástico, pues es
no sabes el nombre del club, es po
o con uno
ruza de brazos y se recuesta de uno de los vehÃculos que e
e felices si supieran que me estoy yendo a
nea tan barata? -Me pregunta el
ue no la conozco, sé que no t
ás tu n
cosas. ¿ves ese callejón que está allá atrás? Quiero que me empotres contra la pared, que no me veas a los ojos,
duro de lo que ya está. -No me digas esas cosas asÃ, en plena cal
tú me hubiese colgado en tu hombro
me está ofreciendo un ligue en la o
iendo que quiere ser f
verla? ¿Al lado de un club que p
e indique que no está hablando en serio, pero la mujer no es tÃmida
otro, asà que considera bien si quieres follarte a la pelinegra del club que hará que te vengas
ue sea de las que van a intentar conseguir mi dirección. Al parecer,
dad sexual, tampoco soy quién
que me das, es probable que
de la noche me está haciendo que la cabeza me retumbe con
tas neuronas pensantes, ni con el tequila
ida quiero solo vivi
rochar mi camisa, su mano, pasa por mi pecho y
a personificada. Una de cab
asÃ, no voy a poder
asta mi entrepierna y comienza a masajear mi pene. -Quiero pensar que n
emonios
án manda
alturas, con su mano en mi pene, tocándolo y haciéndome respirar entre entrecortado, buscand
elo o del infierno, y voy a sucumbir ante la tentación. Que el infierno me arrastre y
al callejón oscuro. Las luces se van atenuando mientras me adentro del callejón con sus nal
ue nadie la vea, pero ella me dice que no, adivinando mis pensamientos y me lleva justo a una pared d
estido y una tanga de color rojo destaca en su culo redondo como durazno. Ella es delgada, s
e hablar un poco y c